“Sáquele el diente Dra. es de leche”

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Bitácora de una odontopediatra

Cuántas veces como odontopediatra escuchamos eso. Por la simple razón de que saldrá un nuevo diente, restamos importancia a la función del diente de leche, y prefieren los padres, la opción de sacarlo antes que invertir económicamente para salvarlo y restaurarlo.

Los dientes de leche cumplen funciones importantes. Nuestro deber como odontólogos, padres y cuidadores es mantenerlos en boca hasta que llegue su momento de caerse.

Hay escenarios en los que la extracción es la única solución, -al final a quien queremos proteger es al diente permanente que está en formación debajo- pero este debe ser nuestro último recurso y no una alternativa para reducir los costos.

Hay un factor importante en la formación de las caries en niños y adultos y es la educación. Si una persona tiene ciertos hábitos de higiene con los dientes de leche de su hijo, las probabilidades de que siga con los mismos hábitos cuando lleguen los dientes permanentes son altas. La existencia de un diente cariado en la dentición temporal (dientes de leche) puede repetirse en la dentición permanente.

Si tenemos la extracción del diente como una alternativa de tratamiento cada vez que tengamos una caries, en vez de restaurar el diente y corregir los comportamientos en casa, tendremos niños con ausencias dentarias y sus consecuencias, que, a su vez, cuando sean adultos y tengan dientes que necesiten tratamiento extenso optarán por la extracción terminando con prótesis totales (planchas) a veces a edades tempranas.

Pero volviendo a los dientes de leche, brevemente veamos para qué sirven:

-Masticación de los alimentos. Trituran estos, para hacer el bolo alimenticio, tragar e iniciar la digestión.

-Ayudan en la pronunciación de las palabras. Un niño aprendiendo a leer y escribir, debe reconocer el sonido de las letras pronunciando el mismo. Si le faltan dientes de adelante, no pronunciará correctamente los sonidos que necesitan del contacto de la lengua con los dientes, por lo que afectará su proceso de aprendizaje.

– Son la guía de erupción de los dientes permanentes. Si lo retiramos antes de tiempo, los dientes permanentes pierden esa guía y podemos verlos erupcionando en lugares diferentes (erupción ectópica) o retrasar su erupción.

– Se altera la mordida y se dificulta la erupción del diente permanente por falta de espacio. ¿Qué significa esto? Los dientes necesitan contacto de los dientes vecinos y los de la arcada contraria. Si falta un diente, los dientes vecinos se inclinan buscando el contacto. Al inclinarse, reducen el espacio para que eventualmente erupcione el diente que le sucede al extraído y el contacto de estos dientes ahora inclinados contra los contrarios se ve afectada también.

Lo que puede parecer más económico en el momento, luego necesitará ortodoncia para reabrir el espacio, a veces cirugía para ayudar al diente a salir, y posiblemente terapia del lenguaje para que ese niño que aprendió los sonidos labiodentales y linguodentales sin dientes, ahora desprograme el cerebro del sonido que aprendió y aprenda -valga la redundancia- a pronunciarlos correctamente.