Gabriel GarcÃa Márquez, antes de su muerte, envió una carta de despedida a sus amigos. Se trata de un escrito verdaderamente conmovedor. Por considerarlo de interés.
â??Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharÃa ese tiempo lo más que pudiera posiblemente no dirÃa todo lo que pienso, pero en definitiva pensarÃa todo lo que digo.
DarÃa valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. DormirÃa poco, soñarÃa más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.
AndarÃa cuando los demás se detienen, despertarÃa cuando los demás duermen. Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestirÃa sencillo, me tirarÃa de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.
A los hombres les probarÃa cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.
A un niño le darÃa alas, pero le dejarÃa que él sólo aprendiese a volar. A los viejos les enseñarÃa que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombresâ?¦.
Anónimo.