La chica de los bolsillos rotos: Una curita a la vez
Recuerdo la primera vez que fui a una limpieza de playas, el objetivo era recoger todos los tipos de desechos sólidos y clasificarlos, la playa estaba llena de ellos. Hicimos todo lo posible para recoger las libras de basura que habÃa, sin embargo, no logramos dejar el lugar limpio por completo. Conversando con los jóvenes que organizaban, supe a solo dÃas de irnos la playa volverÃa a su estado natural de contaminación, en ese momento tenÃa sentimientos encontrados, por un lado, colaborar se sentÃa tan bien, pero por el otro lo que estaba haciendo era lo mÃnimo frente a un problema tan grande. Luego supe el por qué: estábamos colocando una curita a una herida de bala.
Pero pese a ese sentimiento, entendà que estaba haciendo algo para cambiar la realidad que nos tocó vivir, que es precisamente lo que buscan las organizaciones no gubernamentales, proyectos e iniciativas sociales, que, con la ayuda de voluntarios dispuestos a brindar su tiempo, sus talentos y habilidades trabajan incansablemente, con la única recompensa de servir a otros y a un propósito quizás, más grande que ellos mismos.
Cuando invertimos nuestro tiempo en causas que nos importan nos convertimos en una pieza clave en la vida de nuestra sociedad. Uno de los fines del voluntariado es proporcionar bienes, servicios y soluciones que a lo largo del tiempo no han estado disponibles para comunidades vulnerables o temas especÃficos, buscando disminuir las restricciones que impiden el acceso a los mismos.
Los jóvenes constituyen la mayor cantidad de colaboradores en todo el mundo teniendo un impacto significativo en sectores de salud, derechos humanos, educación, economÃa y desarrollo. Para los â??muchachonesâ? los beneficios intrÃnsecos resultan esperanzadores: mejor salud y autoestima, construcción de experiencia para la hoja de vida, mejores formas de capacitación, creación de conciencia cÃvica y responsabilidad social, una manera amena de construir buenas relaciones interpersonales y reconocimiento social, a la vez que ayudan al mundo a que se vuelva cada vez un poquito mejor.
El gran trabajo de los voluntarios hace posible que la realidad de nuestro paÃs sea diferente en muchos casos, sà queda mucho por hacer, sà yo haciendo tal o cual cosa no resuelvo el problema más grande, sà lo sé las cosas van seguir igual, pero ese no es el caso, con un conjunto de acciones desinteresadas y concentradas en problemáticas especificas podemos cambiar la realidad de al menos una persona, lo cual, para mÃ, es más que suficiente.
Si tienes una espinita de ayudar al prójimo puedes leer el Catálogo de Oportunidades de Voluntariado en OSC en República Dominicana de Alianza ONG, para que descubras cómo puedes ir cambiando]]>