LA ROMANA, RD. El Sábado Santo transcurrió con poca novedad en las playas Dominicus y Bayahibe del Distrito Municipal Bayahibe provincia La Altagracia, debido a que durante el día sólo se presentó una asistencia de miembros de la Cruz Roja en horas de la tarde, a una niña de 11 años sufrió una pequeña laceración en el dedo índice del pie derecho con una piedra, así lo informo Kaury Jin encargada de la unidad de la Cruz Roja en dicha playa.
Sostuvo que durante la mañana de hoy y el día de ayer no se ha producido ningún acontecimiento leve pero tampoco grave. Resalta que disponen de un personal de 18 jóvenes listos para servir cuando se presente el momento.
En ese mismo orden la supervisora de la Defensa Civil en la mencionada playa, Yimari Pache, expresó que hasta el momento no habían tenido ninguna novedad, y aprovechó para realizar un llamado a los padres que colaboren con no llevar flotadores para los menos porque están prohibidos y a la vez que colaboren con la vigilancia de sus hijos al junto de ellos.
Playa Dominicus
Mientras tanto en playa Dominicus se manejó una situación similar, con una relajante calma y tranquilidad de parte de los bañistas, quienes se apostaban en diferentes áreas de la playa para disfrutar del sol y el área, como hacían la familia del Joven Benjamín Rijo, quienes se trasladaron desde La Romana, para pasar el día compartiendo.
En la referida playa también se observó una vigilancia permanente de miembros de la Policía Nacional, el Ejército de la República y de la Defensa Civil.
La encargada de la Defensa Civil Liz Flaquer Caraballo y de la Cruz Roja, Samuel M. Ogando, valoraron el buen comportamiento de los bañistas y la vez destacaron que esa playa siempre más tranquila que la de Bayahibe, por la madurez de los vacacionistas que la visitan.
Juegos en la playa
Bajo el ambiente de tranquilidad y relajación que se vivía en ambas playas algunos de los bañistas aprovecharon para jugar Volleyball, otros recurrían al popular juego de enterrar a sus amigos debajo de las arena de la playa y los menos inquietos solo descansaban debajo de árboles y sombrillas escuchando música y comiendo los típicos platos del manjar que provee el mar azul.
En esta fiesta de serenidad formaron parte una familia compuesta por 5 personas que se desplazaron desde La Romana y Santo Domingo para compartir con sus seres queridos, quienes recomendaron a los vacacionistas como ellos, a tomar las carreteras obedeciendo y respetando las leyes de transito y normas impuestas por los organismos de socorro.