Salud genital femenina
Se puede externar que la población femenina tiene un nivel cultural más elevado con relación a la prevención de salud que la masculina. Principalmente cuando del área genital se trata, pero aun así la aparición de enfermedades catastróficas, como es el caso del cáncer de mama, el de cuello y útero, es muy elevado, independientemente a la expansión poblacional.
Aun con el mantenimiento de un protocolo de parte de nuestras mujeres, con la realización de sonografías de mamas, pélvicas, mamografías y Papanicolaou, por lo menos una vez al año (excelente).
¡Pero! Existe una práctica generalizada de parte de esta población que induce al padecimiento de enfermedades en su área genitourinaria. Tal es el caso del uso de pantis de licras, cuyo tejido no permite la transpiración de la vagina, el rasurado al ras del monte de venus lo que facilita el paso de bacterias a la cavidad vaginal, en virtud de que el vello púbico retiene dichas bacterias.
A demás de la introducción del dedo durante el lavado, llevando en las uñas múltiples microorganismos patógenos.
En otros casos las prácticas de relaciones sexuales en múltiples ocasiones, diarias o semanal con una o varias parejas, y en muchos casos involucran actos de promiscuidad. ¡Cuidado!
El uso frecuente de óvulos y la toma de antibióticos luego de finalizado el período menstrual. Los óvulos y los antibióticos tienen su indicación para cada caso, conllevando su auto indicación a la eliminación de la flora bacteriana normal que forma parte del mantenimiento de la salud genital femenina.
Es un deber de toda mujer visitar un ginecólogo, por lo menos una vez al año, su aseo personal con agua idónea, la práctica del acto sexual dos veces por semana promedio.
De cumplir este método y conducta, la salud genital femenina sería óptima en un 95% o más.
Visite su ginecólogo.
