LA ROMANA. Los jóvenes y adolescentes son los atractivos de las industrias tabacaleras para lograr expandir el consumo de sus productos y para ello han inventado nuevos métodos de fumar, como son el vaper o cigarrillo electrónico y la no menos dañina
hookah, mezclada con saborizantes y aromas que prometen no ser nocivos, lo que es un engaño según los expertos en la salud.
Según una investigación realizada por la firma de encuestas Gallup República Dominicana en el 2017, el 66% de los jóvenes en edades de 18 a 24 años fuman hookah. A raíz de este descubrimiento se motivó la promulgación de la Ley 16-19 que prohíbe su uso en lugares colectivos públicos y cerrados. También se prohíbe la venta, obsequio, distribución y promoción de la hookah o pipa de agua a menores de dieciocho (18) años de edad.
La implementación de esta medida está a cargo de miembros de la Procuraduría General de la República (PGR), por lo que limita e impide que miembros de la Policía Nacional por
si solos puedan intervenir centros y lugares en que se realice esta nociva práctica.
DIAGNÓSTICO DE LOS ESPECIALISTAS
El neumólogo Sams Faulkner, médico del hospital Arístides Fiallo Cabral en La Romana, aseguró que en su consulta la población joven se ha incrementado y que muchos de ellos presentan dificultad para respirar, con bronco espasmo y asma. Refirió que esto es
debido a los agentes tóxicos que contienen las diferentes modalidades de tabaquismo y dispositivos electrónicos que usan.
Afirmó que el tabaco y humo de la hookah contienen varios agentes tóxicos, que se sabe causan cáncer bucal, de pulmón, vejiga, bloquean las arterias y causan enfermedades cardíacas.
“Los que venden esos productos dicen que no es perjudicial, pero realmente el cigarrillo electrónico y la hookah son tan perjudiciales como el cigarrillo convencional que venden”, aseveró el neumólogo.
En ese mismo orden los cardiólogos Marcos Demetrio Santillán, de la Clínica Coral, y Milagros Esperanza Quezada, del Centro de Especialidades Médicas Canela, enfocan la problemática de salud como una situación grave que va en aumento.
Quezada sostuvo que años anteriores no era común ver pacientes de edad menor a 40 años con cáncer de pulmón, pero que ahora sí. También dijo que es común ver infartos por
las complicaciones cardio vasculares, como hipertensión arterial, enfermedades coronarias, infarto agudo de miocardio, accidentes cerebrovasculares (ACV), trombosis, derrames cerebrales y hasta embolias.
El doctor Santillán precisó que eso es un vicio que va en aumento, y que además de afectar directamente al corazón perjudica otros órganos vitales. “Donde más se ha comprobado los efectos negativos es en las vías respiratorias, los pacientes vienen con un
cuadro característico a un infarto”, precisó el cardiólogo.
Dijo que se debe de hacer mayor concientización, no tan solo en el uso de los vaper, sino también en las hookah, ya que el profesional de la salud aseguró que los químicos y sustancias son nocivos para el organismo, y más que algunos optan por incluir en
su mezcla sustancias controladas, lo que ha aumentado las enfermedades cardiacas y pulmonares.
Resaltó que en su consulta y en emergencia se presentan pacientes con trastornos de ansiedad, agarrándose el pecho por las obstrucciones de las arterias coronarias y pulmonares.
Del mismo modo la neumóloga Heydy Martínez Eduardo, del hospital Buen Samaritano, apuntó que es una tendencia en la juventud, y que también en su consultorio han aumentado las consultas entre los jóvenes de 15 a 25 años, en un aproximado de un
85%, desde el pasado año hasta la fecha.
Según dijo esto es debido a que los fumadores pueden absorber más de las sustancias tóxicas que se encuentran en el humo del cigarrillo.
Señaló que los fumadores de hookah podrían tener la misma probabilidad de contraer algunas de las enfermedades que quienes fuman cigarrillos.
Comenta que otro dato importante es que la inflamación de los pulmones y el daño a las células se puede detectar en los usuarios, después de una sola sesión. El uso de la hookah daña a los alveolos, que son delicados sacos de aire que llevan el oxígeno a los pulmones, refirió.
“No se sabe qué tipo de sustancias se está utilizando, los jóvenes solo saben del líquido que le venden, pero no saben el contenido de la misma. Cuando nos llegan aquí, le han afectado tanto que tienen insuficiencia respiratoria aguda y muchos han llegado a fallecer”, argumentó Martínez Eduardo.
Aclaró que, durante mucho tiempo se creyó incorrectamente que fumar hookah era menos dañino que fumar cigarrillos. Ahora se sabe que los riesgos para la salud son serios.
Agregó que las personas que están cerca de un fumador de hookah también están expuestos a contaminantes en el humo de segunda mano, que son dañinos para los pulmones. Además de que la boquilla, la manguera y el agua, pueden contener y transmitir bacterias de un fumador a otro cuando se comparte.
OTROS INFORMES DE LA OMS
Según el quinto informe sobre el Control del tabaco en la región de Las Américas en el 2018, el consumo de tabaco es un factor de riesgo común para seis de las ocho principales causas de muerte, responsables (estas ocho) de casi dos tercios del total de defunciones a nivel mundial.
Asimismo, es un factor de riesgo común para las cuatro principales enfermedades no transmisibles: enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas, cáncer y diabetes. Se comprobó que fumar hookah durante una hora equivale a 200 inhalaciones de cigarrillo.
A nivel mundial, estas enfermedades son responsables de 70% (39.5 19 millones) del total de muertes anuales, de las cuales 38% ocurren prematuramente, es decir, entre los 30 y los 70 años de edad. En las Américas, las enfermedades no transmisibles son responsables de 80% del total de muertes anuales (5.2 millones), y de 35% de las muertes prematuras.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la mortalidad atribuida específicamente al tabaco es de 12%, a nivel mundial, y de 16% en las Américas (17% en los hombres y 15% en las mujeres). De las defunciones asociadas con las enfermedades no transmisibles, el tabaco es responsable de 15% de las muertes por enfermedades cardiovasculares; 26% de las muertes por cáncer, y 51% de las muertes por enfermedades crónicas-respiratoria