El Gobierno, desde el día 5 del presente mes, inició la entrega de RD$27,000 millones de pesos para el pago del sueldo 13. Este dinero unido a otros movimientos de las instituciones públicas, con la entrega de bonos y demás beneficios a diversos sectores, especialmente a través de programas como Supérate y otros, puso a circular más de 30 mil millones de pesos, unos recursos esperados durante todo el año no solo por los empleados, sino también por los demás sectores que son impactados, indirectamente, por la actividad económica.
Con la llegada de estos recursos se verifica el dinamismo en las ventas de todo tipo de bienes y servicios, pero también se multiplican las actividades delictivas, lo que igualmente debe ser previsto por la ciudadanía. En estos días, la euforia, el desenfreno de muchas personas se percibe en el ambiente, más marcadamente luego de que comenzara a entregarse a los empleados públicos y privados, el sueldo número 13, las bonificaciones y otros beneficios para los colaboradores públicos y privados. La entrada de estos recursos amerita una planificación por parte de la familia para que esto sirva de impulso a planes conjuntos, más allá de las celebraciones propias de la época.
Es necesario, planificar para no dejarse arrastrar por el consumismo, la francachela y otros desenfrenos que traen repercusiones en las finanzas personales y familiares. De igual manera, debemos apostar a la prudencia en estos días, evitando la ingesta de alcohol y alimentos, actividades que siempre dejan sus secuelas de intoxicaciones, generando problemas de salud.
Así mismo debemos apelar a la conciencia colectiva, especialmente en calles, avenidas y carreteras, a la hora de conducir vehículos de la índole que sea. Las fiestas navideñas son espacios para compartir con familiares y amigos, pero para lograr que esto sea así debemos actuar con mesura y mucha prudencia.