Eric Rodriguez /
ericcabinet@hotmail.com
Verón, RD.- El empecinamiento del juez presidente de la Suprema Corte, Luis Henry Molina, de mantener una justicia virtual, la cual ha resultado no solo frustratoria, sino disfuncional en su mayor parte, y no obstante él haberle dicho a una comisión de miembros de la cámara de diputados â??Que lo dejaran trabajarâ?, en entrevista que le fuera hecha en dicho hemiciclo, precisamente por todas las quejas que han expresado los actores del sistema de justicia, entre ellos el colegio de abogados, en contra de la justicia virtual, tiene un nuevo componente que pone en evidencia el grado de frustración generada por las decisiones del consejo del Poder Judicial bajo las instrucciones de su presidente.
El asunto ha llegado a su clÃmax cuando esta semana el magistrado Manuel R. Herrera Carbuccia, primer vicepresidente de la Suprema Corte de Justicia, ha elevado una instancia al Consejo de Poder Judicial pidiendo en su calidad no ya de juez, sino como ciudadano, la apertura de las secretarÃas de los tribunales de trabajo.
En efecto, y como se lee en dicho documento de solicitud de pronto despacho para la apertura efectiva de las secretarÃas de los tribunales de trabajo; pero que la misma sirve de ejemplo para todo el sistema de justicia, el vicepresidente de la suprema corte expresa: â??No estoy pidiendo reconsideración, apelación o cambio de resoluciones decisiones o cualquier otra ordenanza sino del cumplimiento de la Constitución y las leyes de trabajo, en el sentido de ofrecer a los sectores más vulnerables que se le está impidiendo recibir la tutela judicial efectiva, obligándolos a tramitar cualquier solicitud por sencilla que sea, a una virtualidad no prevista en la ley y no aplicable en estos momentos que se dice que los tribunales están abierto y no dispuesta por la leyâ?.
Advierte además el magistrado Carbuccia que en caso de que fuere necesario acudirá hasta el Tribunal Constitucional. Por los términos que contiene dicha instancia queda en evidencia que hay fisuras serias en el seno de la Suprema Corte en un aspecto tan sensible como este de la administración de justicia virtual y que afectan normas de derecho no solo de carácter objetivo sino de Ãndole constitucional.
Para dicho magistrado la virtualidad no está prevista en la ley, y además es contraria a la Constitución. El juez Raymond Carbuccia, asà se le conoce en las aulas y en los tribunales, tiene una gran ascendencia en la comunidad jurÃdica y académica ganada por sus reconocidos lauros y su forma mesurada y humilde, ha colocado la mano en la llaga de forma seria y responsable. La ciudadanÃa espera expectante la respuesta del consejo del Poder Judicial.