La asertividad es un término que define una forma de comportamiento social que favorece que nuestras relaciones sean cordiales. Cuando mantenemos una conducta asertiva conservamos nuestras opiniones y creencias delante de los demás con cortesía y aceptando también las de los otros.
Desarrollamos asertividad cuando sabemos expresar lo que queremos, no ser agresivo ni tampoco pasivo, aprender a defenderse sin ser agresivo ni enfrentarse a situaciones de forma tímida o pasiva. Ser asertivo implica tener respeto hacia uno mismo al expresar necesidades propias y defender los derechos y respeto hacia los derechos y necesidades de otras personas.
En el deporte es importante tener asertividad al momento de comunicarme ya sea el caso de ser entrenador o deportista. La comunicación debe ser clara, respetuosa y con el objetivo de crecimiento. Estrategias que le pueden ayudar a tener esa comunicación es la planificación de los mensajes antes de la conversación. Llevar una estructura de lo que se quiere tratar con notas de referencia, esto ayudará a la confianza, por ejemplo si eres un jugador que quiere pedir más minutos de juego a tu entrenador.
No busques acorralar a los demás, esto puede provocar enojo y desestabilizará la conversación, por ejemplo en una sesión post partido en el que le echas la culpa a un jugador por un error en el partido utilizando una conducta agresiva. Por último, recuerda siempre ser respetuoso y educado, es importante que defiendas tu opinión, pero no ganarás nada enfadándote en ese caso lo único que proyectarás es poca credibilidad y te verás como un individuo débil.
La asertividad no busca que le digamos si a todo, en los equipos siempre se pueden desarrollar conflictos que serán mejor manejados con una conducta asertiva de todas las partes lo que hará más fuerte al equipo e individualmente mejorará la autoestima e identidad positiva de cada miembro.