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Frank Marrero / fmarreromieses@gmail.com
No tiene fondo de emergencias: nada que hacer si usted es de quienes ha sido descuidado a la hora de tener unas finanzas sanas y no cuenta con, al menos, dos meses de sus gastos fijos actualmente, en su cuenta o en algún tipo de inversión. Aunque tenga contrato a término indefinido y un buen trabajo, nunca estará exento de que lo boten de su empleo y esto puede ponerlo en un panorama económico complicado, haciendo que no soporte el pago del crédito hipotecario.
- No tiene el pago del 20% inicial: uno de los peores consejos que usted puede recibir es tomar un crédito para pagar otro, por lo que si no ha tenido la disciplina de ahorrar el dinero suficiente para tener la cuota inicial, no es nada conveniente que tome un crédito hipotecario. Esto lo apretará aún más e, incluso, por capacidad de endeudamiento, puede que la entidad financiera que le iba a otorgar el préstamo vea que ya pidió otro y no le dé vía libre con el nuevo crédito.
- No sabe dónde estará los próximos 10 años: cuando tiene una incertidumbre sobre su vida en la que no sabe dónde va a estar parado durante los siguientes años de su vida, lo mejor es no meterse a comprar casa. Tenga en cuenta que este crédito puede representarle casi que la quinta parte de su vida endeudado, así que si tiene planes de irse del país o de estar viajando y saltando de un lado para otro, no se meta en esto.
- No tiene idea de lo que cuesta un mantenimiento: tener un inmueble no sólo implica pagar la cuota mensual de su casa, sino también los impuestos correspondientes, los arreglos y adecuaciones que se necesite hacer, así como el pago de la administración y, si va a arrendar, otros gastos adicionales que debe prever.
- No está preparado para asumir la responsabilidad: tomar un crédito hipotecario es casi como cuando usted decide qué carrera estudiar: tiene que estar tan pero tan seguro de su decisión, que no se puede arrepentir luego de meses o un par de años, porque se trata de una inversión para toda su vida. Entonces, si sencillamente siente que no tiene la actitud o la madurez suficiente para asumir esta inversión, no lo haga.
- Recuerda siempre: que una casa es inversión siempre y cuando le ganes dinero arrendándola (alquilándola), si es para vivir se convierte en un gasto y pasivo.