El lupus
Es una enfermedad caracterizada por la inflamación y destrucción de órganos en nuestro organismo; producto de la descodificación del sistema inmune que autodestruye el tejido conectivo de los diferentes sistemas que afecta entre estos: la piel, articulaciones, cerebro, corazón, pulmones, riñones, hígado y otros más; dicha acción es irreversible, en virtud de que esta patología no tiene cura, hay que aprender a vivir con ella.
Con relación al sexo, afecta más al femenino con una relación de 10 a 1. Existen en el mundo, en la actualidad, 5 millones de afectados de esta enfermedad. Las manifestaciones más frecuentes son: cansancio, dificultad para respirar, dolor de cabeza y articulaciones, manchas a ambos lados de la nariz que le denomina en alas de mariposas.
El periodo de vida más propenso a padecerla oscila entre los 15 a 44 años de edad, en relación a la raza los asiáticos, afroamericanos, latinos son los más proclives a adquirirla; la raza blanca tiene muy baja incidencia en ser afectadas por la misma.
Se le denomina el gran imitador porque presenta síntomas que manifiesta el órgano afectado en momentos de crisis, además puede presentarse de manera cíclica o periódica de acuerdo a la disciplina de vida con que se conduzca el paciente que la posee.
No existen pruebas de laboratorios, ni estudios de gabinetes específicos para ser diagnosticado, siendo la determinación de la prueba de anticuerpos nucleares (ANA), la que por los resultados obtenidos nos dé un Norte indicador de su diagnóstico, es por ello que el médico debe utilizar un sentido común muy estricto, para la evaluación correcta del paciente con un diagnóstico acertado para la mejor evolución; y calidad de vida del enfermo.
El tratamiento es paliativo administrándosele: analgésicos, antiinflamatorios, antigripales, antipalúdicos, se actúa en consecuencia de los requerimientos del grado de afección que muestre el paciente; el mismo debe de observar una conducta de vida de acuerdo a las recomendaciones médicas, principalmente con relación a su régimen alimenticio y normas de higiene estrictas; en virtud de que siempre están expuestos a padecer cualquier tipo de enfermedad oportunista, principalmente las de tipo virales.
Si se rige por las normas establecidas por los organismos rectores de la salud en esa área, su vida transcurre con toda normalidad de acuerdo al grado de afectación en que se encuentre, en caso de sospechar de que está afectado por dicha patología debe de visitar un médico familiar y /o internista.
“Más vale una onza de prevención, que un kilo de curación”, Hipócrates.