Los prestamistas generalmente son personas independientes y los puedes encontrar en cualquier lugar, sus principales clientes son las personas de ingresos medio-bajos, normalmente empleados de primer nivel que trabajan en fábricas, almacenes y negocios pequeños y la tasa de interés que ofrecen es muy alta y el método de cobranzas varían de formas diferentes.
Es la fuente de financiamiento más utilizada por la clase trabajadora de menor ingreso en nuestro país; los cuales creen no podrán acceder a un crédito con una institución reconocida ya sea por sus bajos ingresos o su mal historial crediticio. Es así como estos trabajadores terminan endeudados hasta el cuello.
Los prestamistas informales cumplen su función como alternativa a la financiación tradicional. Sin embargo, antes de acudir a uno es necesario conocer los riesgos y contar con asesoramiento. El problema es que muchos préstamos de esta índole lo firman personas en una situación económica precaria que necesitan el dinero a toda costa. Los prestamistas particulares lo saben y se aprovechan para lograr condiciones que rozan la usura.
La mayoría de personas que acuden a los prestamistas informales desconocen lo que significa tener un préstamo con estas personas, y los altos intereses que deberán pagar mes a mes, que generalmente, pueden ser al módico 20% mensual o incluso llegan al 5% diario. Por ejemplo, una persona solicita un crédito de RD$15.000, con una tasa del 20% al mes pagará RD$3.000.00 mensuales que, al año, son RD$36,000 en intereses, es decir que la tasa anual es de un 240%.
Al principio de la negociación con el prestamista todo se ve color de rosa, debido a la necesidad que esa persona tiene en ese momento y que además agotó todas las fuentes de financiamiento posible y fue rechazado porque no cumplía con los requisitos necesarios para ser merecedor de un préstamo por la vía adecuada, en ese momento llega la desesperación y acude al prestamista que le recomendaron como el salvador y cuando quieres despertar ya es tarde.
Los prestamistas existirán siempre y puede que en un momento determinado tengas que necesitarlo. La clave en este punto está en saber identificar de cuáles fiarte. Aun así, la principal recomendación es no acudir a este tipo de prestamistas. Para una mejor experiencia, es recomendable primero acudir a una institución financiera regulada, donde las personas pueden escoger el crédito que mejor se ajuste a su circunstancia y necesidades. Obtener un préstamo informal puede ser muy fácil, lo complicado es poder salir de esta situación, estas transacciones se inician con facilidades, pero casi siempre tienen desenlaces peligrosos.