LA ROMANA. Debido a los constantes errores que se cometían en años anteriores al momento de asentar un acta de nacimiento, de matrimonio, de divorcio u otro documento en el Registro Civil, dicho organismo en este momento “está sumergido en un proceso de corrección muy arduo”, así lo estableció la oficial civil de la 2da Circunscripción de la Junta Municipal Electoral de esta localidad, Ivelisse Guerrero Núñez.
La encargada del referido organismo, reconoció que por mucho tiempo, eran muy frecuentes las tachaduras, borraduras y la sobre escritura en los folios, por parte de los transcriptores de la época y a razón de esto, el organismo empezó a asumir parte de su responsabilidad y es por esto que, asegura el nuevo pleno de la Junta Central Electoral (JCE), está resolviendo las correcciones desde la ciudad de origen del usuario.
“Es muy cuesta arriba que un ciudadano tenga que ir a Santo Domingo a dar dos o tres viajes desde una provincia para que le resuelvan una situación o a llevar correcciones y es por esto que, nosotros se la trabajamos desde aquí en el sistema y sólo tienen que esperar unos días para que desde allá nos corrijan y nos envíen las instrucciones a seguir. Es decir, ya no viaja el ciudadano, viajan los documentos, nosotros asumimos esa responsabilidad”, precisó.
Aquellos procesos que pueden resolverse desde la ciudad de origen de la persona afectada, de acuerdo a Guerrero Núñez, son los que se pueden solucionar de forma administrativa, o sea las correcciones en las actas. Ahora bien, también figuran las rectificaciones. En este último procedimiento, que tiene un carácter judicial, el usuario debe contratar a un abogado para que emita una demanda de corrección al Tribunal Superior Electoral (TSE), para que el referido organismo dicte una sentencia que permita la rectificación.
Proceso que además de que implica tiempo, se vuelve tedioso y costoso para el ciudadano. En ese sentido, la oficial civil de la 2da Circunscripción en esta ciudad, indicó que, pese a que la JCE reconoce que hubo errores humanos en los transcriptores de la época, hasta el momento no se han planteado costear estas rectificaciones ante el TSE, pero espera que en un futuro sea así porque en la mayoría de las veces, las equivocaciones no vinieron de parte del usuario, sino por representantes de las Oficialías en ese momento.