LA ROMANA. El gasto monetario que implica para un ciudadano corregir un error que esté contemplado en un acta de nacimiento, de matrimonio, de divorcio u cualquier otro documento emanado del Registro Civil, resulta muy costoso y a la vez molesto, debido a que se deben gestionar y pagar trámites para luego solucionar “un problema” del cual el solicitante no se fue responsable.
Estas constantes solicitudes de corrección y rectificación de actas es algo que se ve muy a menudo en los pasillos de la Junta Municipal Electoral y los tribunales de esta ciudad. Una de las personas que está aquejada por esta situación es la señora Marcia Álvarez Sarmiento, quién dijo que al momento de su esposo declarar a la hija de ambos, en la Oficialía Civil de aquí, obviaron el primer apellido de su progenitora y ahora tiene que recurrir a un abogado para arreglar dicha falta.
“Cuando él vino a declarar a la niña, trajo la cédula suya y la mía y ellos en vez de verificar los documentos de identidad, sólo le preguntaron el nombre de mío y como él dijo Marcia Sarmiento, así mismo lo pusieron en el documento. Yo había dejado eso así por mucho tiempo, pero ahora que el papá vive fuera del país y se quiere llevar a la niña, no aparece como hija mía, por ellos no fijarse. Ahora tengo yo que buscar un dinero que no tengo para resolver eso”, precisó la señora.
Para solucionar este error en el apellido, el jurista Brígido Ruiz Cabral indicó que la mujer deberá contratar un abogado, el cual puede cobrar entre 30 y 50 mil pesos. “Cada abogado cobra de manera diferente dependiendo el error. El cambio de sexo, de fecha de nacimiento o una variación en el apellido, son procesos van directamente al Tribunal Superior Electoral (TSE), porque la misma ley lo establece, y una vez que se conocen allí se emite una sentencia por el mismo tribunal que da lugar a la corrección del documento”, dijo Ruiz Cabral, quien ha tenido experiencia en el tema.
Cabe destacar que, así como Álvarez Sarmiento, hay cientos de personas que tienen este tipo de inconvenientes en esta ciudad. Otros a diferencia de ella, simplemente tienen un borrón en el acta de nacimiento y no podía ser visible en el sistema, como es el caso de Luis Santana, y aunque no tuvo que pagar nada, simplemente depositó un recurso administrativo ante la junta municipal, pero si tuvo que dirigirse a Santo Domingo a culminar con dicho proceso.