PUNTA CANA. A pesar de que el descubrimiento de las tierras raras tuvo lugar en el siglo XVIII, no fue hasta las décadas de 1950 y 1960 cuando empezaron a utilizarse, sobre todo, en la industria militar. William Crookes, uno de los científicos más importantes de la Europa del siglo XIX, inventor del tubo de rayos catódicos y descubridor del elemento químico talio, dijo una vez: “Las tierras raras nos desconciertan en nuestras investigaciones, nos desconciertan en nuestras especulaciones y nos persiguen en nuestros sueños.
Se extienden como un mar desconocido ante nosotros, burlándose, mistificando y murmurando extrañas revelaciones y posibilidades”. ¿QUÉ SON LAS TIERRAS RARAS?
Nunca como ahora ha tenido tanta vigencia el antiguo eslogan de turismo: “República Dominicana lo tiene todo”. Pasamos del azúcar a las remesas y de las remesas al turismo, que, en términos de ingresos de divisas, van casi parejos. Sin olvidar que también tenemos oro y otros minerales. Pero no es solo eso.
Cuando ya creemos que se han agotado nuestros recursos, sale a la luz que también podríamos tener tierras raras. Pero antes de hablar de nuestras tierras raras y dónde están, veamos un poco de la historia de estos materiales, ya que ni son tierras ni son raras.
Bajo esta denominación se agrupa una serie de elementos químicos que encontramos en el medio natural y que se caracterizan por tener propiedades similares entre sí y por ser, en su mayoría, escasos en la corteza terrestre. Hay 17 tierras raras: lantano (La), cerio (Ce), praseodimio (Pr), neodimio (Nd), prometió (Pm), samario (Sm), europio (Eu), gadolinio (Gd), terbio (Tb), disprosio (Dy), holmio (Ho), erbio (Er), tulio (Tm), iterbio (Yb), lutecio (Lu), escandio (Sc) e itrio (Y).
Su denominación como “tierras” puede resultar confusa, pero es, en realidad, un término heredado. En la historia de la química, a los “óxidos” se les conocía como “tierras” y a este grupo de elementos se les atribuyó este nombre. Tampoco todos ellos son tan “raros” o escasos en la Tierra; incluso algunos son bastante comunes, como el cerio, que es tan abundante como el cobre. Las tierras raras son 17 elementos químicos cuyas características los hacen extremadamente útiles.
Hasta 16 de estos elementos se encuentran en los celulares. Están en todas partes, desde los ya mencionados teléfonos móviles hasta algunos medicamentos contra el cáncer, pasando por turbinas eólicas, pantallas LCD, vehículos eléctricos y también en cohetes espaciales, entre otros, según el portal “Un Planeta para Todos”. Si se alcanzara la descarbonilación total para 2040, la demanda de estos elementos aumentaría hasta 7 veces, de acuerdo a esta fuente. Los países que tengan tierras raras tendrán también una gran riqueza.
Para 2030, se prevé que el precio del óxido de lantano sea de 1.590 dólares estadounidenses por tonelada métrica, según statita.com. Una prueba de lo importantes y necesarios que son los elementos que componen las tierras raras es que casi todos los imanes que se encuentran en los dispositivos que usamos a diario están hechos de neodimio.
Las tierras raras son los llamados minerales estratégicos. Se dice que el “viejo Continente” (Europa) necesitará casi 60 veces más litio y 15 veces más cobalto para alcanzar sus objetivos de descarbonización fijados para 2050. Pero no es tan sencillo como alguien podría pensar, ya que un aerogenerador que produzca un megavatio necesita una tonelada de imanes permanentes.
Los carros eléctricos necesitan, según expertos, un kg de neodimio y 10 kg de tierras raras para las baterías y otros componentes. A pesar de llamarse tierras raras, son bastante comunes, ya que están en la mayoría de los países.
