PUNTA CANA, RD. Un grupo diverso de mujeres y hombres se están esforzando por proteger los monasterios tibetanos del impacto del cambio climático. Hace algún tiempo, los expertos alertaron sobre el colapso de estas estructuras debido a los efectos severos del cambio climático, que se reflejan en un aumento significativo en la intensidad de las tormentas y precipitaciones en toda la región.
Las fuertes lluvias saturan los edificios de tierra apisonada, lo que conduce a problemas como goteras y humedad ascendente. Dado que los monasterios son venerados como pilares fundamentales de la cultura tibetana, la preservación de estos lugares es de suma importancia.
Miembros de la comunidad local, tanto mujeres como hombres, se han unido para restaurar los monasterios. Han adquirido una variedad de habilidades, desde reforzar las paredes hasta crear estatuas de metal y restaurar pinturas. Destaca la participación activa de las mujeres, quienes inicialmente tenían más disponibilidad de tiempo y proximidad a los monasterios. Estas mujeres dedicaban parte de su jornada después de terminar las labores del hogar a cuidar de estas edificaciones que siempre habían venerado.
Es notable que se hayan organizado cursos de formación, con la participación de expertos en la restauración de estructuras de tierra apisonada. Esto ha permitido que los lugareños adquieran los conocimientos necesarios para proteger su patrimonio ancestral.
Sin embargo, el desafío de preservar estos monumentos se complica aún más debido al aumento en la cantidad e intensidad de las lluvias, exacerbado por el cambio climático. Como resultado, los monasterios construidos en tierra apisonada están experimentando un deterioro acelerado debido al exceso de humedad.