PUNTA CANA. Este miércoles 14 de febrero, cuando estemos celebrando el Día de San Valentín, la República Dominicana también se sumerge en un período de reflexión y espiritualidad con la llegada de la Cuaresma.
Este tiempo litúrgico, que culmina en la celebración de la Pascua, tiene su punto de partida en el Miércoles de Ceniza, una fecha significativa para los creyentes católicos y otras comunidades religiosas del país. El Miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma, un período de cuarenta días de preparación espiritual. Durante la Santa Misa, los fieles reciben la imposición de ceniza en la frente con la frase: “Conviértete y cree en el Evangelio” “Del polvo eres y al polvo volverás”.
Estas cenizas, obtenidas de las palmas bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior, simbolizan la fragilidad humana y la necesidad de arrepentimiento. Cada comunidad tiene su forma peculiar de celebrar la Cuaresma, especialmente la Semana Santa, y aunque es mucho lo que esta celebración ha cambiado, sobre todo con el estallido tecnológico que vive la humanidad y tras la pandemia, todavía se mantienen tradiciones que marcan esta época del año.
En nuestro país, durante la Cuaresma, se desarrolla un calendario de actividades de avivamiento de la fe cristiana católica, entre las que resaltan las siguientes: Procesiones y Celebraciones: Las iglesias se llenan de fieles durante el triduo Pascual, que incluye la Santa Cena, la Adoración al Santísimo Sacramento, el sermón de las siete palabras y los Viacrucis.
Abstinencia de Carne: Muchos católicos dominicanos se abstienen de comer carne los viernes durante la Cuaresma. En su lugar, preparan platos a base de atún, bacalao y otros pescados. La ensalada de papas y el locrio de arenque son populares. Habichuelas con Dulce: El plato emblemático de la Cuaresma es “Habichuelas con Dulce”.
Esta deliciosa mezcla de habichuelas rojas, leche de coco, especias y azúcar se sirve fría y se comparte con vecinos como un gesto de amistad. La Quema del Judas: En zonas rurales, se lleva a cabo la tradicional Quema del Judas como símbolo de purificación. Además del catolicismo, la República Dominicana alberga una mezcla diversa de prácticas religiosas.
Junto al evangelismo, en el país hay comunidades judías, musulmanas, budistas y seguidores de la religión tradicional china. Es tradición también la práctica o baile del gagá, que, al ser un costumbre de la cultura mágico religiosa haitiana se realiza, principalmente, en los bateyes cañeros por varios días incluyendo el Viernes Santo. El crisol de culturas enriquece la vida religiosa y la convivencia en un territorio cosmopolita como es el nuestro.