PUERTO PRÍNCIPE. El primer ministro haitiano Ariel Henry, en una misiva por motivo del proyecto de presupuesto 2022-2023, indicó que el país vivirá una recesión por cuarto año consecutivo, advirtiendo que se avecinan tiempos difíciles, pese a las proyecciones de que durante los primeros meses del periodo 2021-2022 la economía haitiana registraría un crecimiento del 0,3%.
En cambio, la tasa de crecimiento de la economía durante el último año fiscal se contrajo alcanzando el -0,4%, un resultado que el primer ministro Henry atribuye principalmente a la creciente actividad delictiva de bandas criminales armadas que continúa en ascenso a lo largo del territorio haitiano, así como el notable aumento de los casos de secuestro con extorsiones y la inaccesibilidad a zonas de gran importancia para la economía en el área metropolitana, que impidieron que muchas de las acciones programadas para el periodo presupuestario 2021-2022 pudieran ejecutarse.
También advirtió que la caída reiterada del PIB vendrá acompañada de un alto nivel de inflación, lo que contribuirá a agravar los efectos en la población. El ministro recordó que, en mayo del año en curso, la inflación general se situó en el 27,8%, una aceleración en la subida de los precios que se observó tanto en los productos importados como en los locales y que se explica principalmente por el alza de los precios de los productos básicos en el mundo, especialmente el precio de la energía, debido a la guerra en Ucrania.
Para finales de septiembre de 2022, la expectativa del funcionario es que la inflación podría alcanzar el 28,8%, lo que significaría que el país habría registrado un incremento de 15 puntos porcentuales en los niveles inflacionarios desde septiembre de 2021, cuando la cifra rondaba el 13%.
Las finanzas públicas son un tema de gran preocupación, de acuerdo con el primer ministro, quien destacó que Haití se ubica entre los peores países del mundo en movilización de ingresos.
“Nuestro país es uno de los peores del mundo en lo que respecta a la movilización de ingresos. La tasa de presión tributaria implícita fluctúa alrededor del 6% contra un promedio de 23% para la región de América Latina y el Caribe. La corrupción, el peso significativo del sector informal, el contrabando, el retraso en la digitalización de nuestras administraciones tributarias y aduaneras, el bajo nivel de cumplimiento tributario de los contribuyentes son factores que explican nuestro pobre desempeño tributario”, manifestó Henry, en la misiva publicada por el diario haitiano Le Nouvelliste.
Para el jefe de Gobierno, la situación que atraviesa ese país trae como consecuencia, además, una reducción en el margen de respuesta del Estado a las emergencias sociales y las exigencias de desarrollo económico, ya que las inversiones son insuficientes para cubrir los gastos corrientes.