PUNTA CANA, RD. La singularidad del Mar Muerto radica en su capacidad para hacer que cualquier persona flote en él, independientemente de su habilidad para nadar. Cada año, esta característica atrae a numerosos turistas atraídos no solo por la experiencia de flotación, sino también por los beneficios para la salud que ofrecen sus aguas. Aunque comúnmente se atribuye esta flotabilidad a la alta concentración de sal, hay varias razones que explican por qué una persona no se hunde en sus aguas, aunque no implica que no existan riesgos de ahogamiento.
En realidad, hay algunos mitos falsos en torno a este mar. Explicaremos por qué se flota más en el Mar Muerto que en otros mares y también señalaremos algunos de sus principales peligros relacionados con la flotación.
Situado en una depresión de 430 metros bajo el nivel del mar, entre Israel, Palestina y Jordania, el Mar Muerto abarca la zona más profunda de esta depresión, lo que resulta en una mayor concentración de sal a mayor profundidad. Otra influencia crucial en la flotabilidad del Mar Muerto es la llegada de agua de diversos ríos, como el Jordán. Estos factores explican la elevada concentración de sal en comparación con otros mares.
En cuanto a la salinidad, mientras que el agua de mar suele tener entre un 2 y un 3 por ciento de sal, el Mar Muerto cuenta con un impresionante porcentaje de más del 27%. Esto significa que más de la cuarta parte de sus aguas consiste en sal, con estimaciones que sugieren alrededor de 40 millones de toneladas de este mineral en sus aguas.
Esta alta concentración de sal hace que las aguas del Mar Muerto sean considerablemente más densas que las de otros mares, facilitando la flotación y dificultando el hundimiento.