PUNTA CANA, RD. ¡Hace diez años! Las estatuas de esta ciudad amanecieron con bufandas. Un acto que parecía ser cómica, pero las bufandas tenían provistas etiquetas con la frase: “No estoy perdido! Si estás atrapado en el frío, toma esta bufanda para mantenerte caliente”.
Consiste en dejar bufandas atadas en cercas, en barandas, en los asientos de plazas públicas, así como en diversos escenarios de la ciudad. ¿La intención? Este “bombardeo de bufandas” se pensó para ayudar a las personas sin hogar.
Los inviernos son intensos en muchas ciudades canadienses y del norte de EEUU. Quienes están en las calles, sin hogar, experimentan la dureza de la nieve y de temperaturas bajo cero. Una bufanda, al menos, es un alivio en esa condición.
Pero, estos “bombardeos de bufandas” han ido más allá. Cualquier persona puede tomar una de estas prendas si siente demasiado frío. Pero, hay una tácita regla que se debe acatar: hay que colocar de nuevo la bufanda en la calle.
Son bufandas colectivas. Quien usa una de estas bufandas, solo la tiene como préstamo. Es menester regresarla a la ciudad. Una hermosa manera de pensar, donde los ciudadanos entienden que es importante el beneficios de todos.
Se hacen bufandas de colores, se colocan en plazas, se toman fotos de esta intervención colorida y se convierten en imágenes de la ciudad. De esa manera, se realiza una intervención efímera, ya que las bufandas son usadas por la gente.
Pero, en las redes sociales quedan las imágenes de los “bombardeos de bufandas”. Hay grupos que se organizan para hacer esta actividad. En las escuelas, se promueve que niños y jovenes hagan estas activades colectivas y en pro de la sociedad.