CHINA.- El Gobierno chino planea sustituir en los próximos dos años todos los ordenadores de marcas extranjeras que actualmente se usan en las oficinas del estado y corporaciones respaldadas o controladas desde Beijing. Y no sólo tiene la mira puesta en el hardware, también quieren que los equipos dejen de usar sistemas operativos desarrollados fuera del país, como Windows, y pasen a usar uno propio.
Se trata de una medida que podría suponer la sustitución de más de 50 millones de equipos de compañías como Dell o HP -dos de los mayores vendedores de PCs del mundo- en favor de empresas locales como Lenovo, y que arrancará, según la agencia Bloomberg, a mediados del mes de mayo.
La decisión forma parte de una nueva estrategia elaborada desde el Gobierno central para evitar la dependencia del país de la tecnología procedente de EEUU, una situación que se considera cada vez más arriesgada desde el punto de vista geopolítico.
Los recientes aranceles y la inclusión de compañías chinas, como Huawei, dentro de la lista de entidades con las que las compañías estadounidenses no pueden hacer negocios han demostrado al Gobierno chino lo precaria que puede llegar a ser la situación si el soporte de estos dispositivos o su sistema operativo se frenase de golpe.
Pero en la decisión también influyen otros factores, como las nuevas directrices sobre seguridad de información y protección de datos y el deseo de Beijing de fomentar e impulsar las marcas y desarrolladores locales, que en los últimos años han logrado crear software mucho más competitivo y adaptado a las necesidades de las compañías del país.Más en El MundoEl miércoles de los famosos, en imágenesUna mujer mata al hombre que la violó en Brasil estrangulándole con una técnica de jiu-jitsu
Aunque el objetivo es tratar de reducir al máximo la dependencia de la tecnología extranjera, es poco probable que China consiga aislarse completamente. Tiene marcas locales potentes, como la ya mencionada Lenovo, pero aún depende de componentes diseñados fuera del país, como los procesadores de Intel y AMD o los módem de Qualcomm, que son vitales para estos dispositivos.
Las diferentes agencias y compañías podrán seguir comprando equipos extranjeros si los necesitan para casos excepcionales, pero sólo tras haber recibido la aprobación del gobierno.