VERÓN. ¡Acabas de comer! Tienes que esperar una hora para meterte al agua, porque si no se te va a cortar la circulación y te puedes ahogar”. No debe haber adulto en el mundo que no haya escuchado esta advertencia de su madre, mientras era niño y ahora de mayor seguramente le dice lo mismo a sus propios hijos. Sin embargo, más de uno se preguntará si dicha advertencia tenía algún fundamento científico o era una mera leyenda urbana
Justo cuando el verano ha comenzado de la línea ecuatorial para arriba del planeta y las duchas, piscinas y playas comienzan a abarrotarse de personas ávidas de escapar de las altas temperaturas desde Yahoo Noticias hemos consultado a expertos para tratar de despejar la incógnita.
No, pero…
Lo primero que hay que decir es que hasta ahora instancias internacionales como las organizaciones Mundial para la Salud (OMS) y la Panamericana de la Salud (OPS) o las más prestigiosas asociaciones médicas no consideran un peligro bañarse después de comer. Sin embargo, algunos especialistas hacen ciertas acotaciones:
“El problema no es bañarse, el problema para mí está en hacer ejercicio”, afirmó el médico-cirujano Guillermo Antonio Acevedo, jefe del Servicio de Medicina del Hospital San Juan de Dios de Donostia (España), quien agregó: “El agua como tal no representa un peligro, una persona se puede duchar o remojarse en el borde una piscina tras comer, lo que no debería hacer es moverse o hacer esfuerzo físico.
Cuando estás en la playa te mueves para mantenerte a flote o para luchar contra la marea y es como si se estuviera haciendo ejercicio y eso hace que la sangre que debería utilizar el cuerpo para digerir los alimentos se distraiga en los músculos, para el trabajo aeróbico y entonces la digestión toma más tiempo y la persona se puede indigestar”.
En similares términos se pronunció Dereck De La Rosa, médico internista del Hospital colombiano de la Universidad del Norte, quien aclaró que el famoso “corte de la digestión” no es más que un mito, porque la digestión siempre continúa. Sin embargo, advirtió que lo que sí le puede ocurrir a una persona que se sumerge en el agua, nada más terminar de comer, es un “shock periférico”.
¿Qué es un shock periférico? Esto ocurre cuando la temperatura corporal cambia drásticamente, lo cual provoca que la circulación sanguínea se haga más lenta. “El shock periférico puede producir un síncope, que se define como la pérdida transitoria de la conciencia”, agregó De La Rosa.
Desde el Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas de Madrid (España), por su parte, consideran que en la temperatura del agua está el principal riesgo de bañarse recién comido.