viernes, noviembre 22, 2024
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Tomo la palabra

Para Rosario Espinal, con cariño 1/2

Danilo Cruz Pichardo

Ahí hay un problema planteado, porque Abinader tiene un compromiso con un poderoso grupo empresarial de Santiago, al cual le otorga el grueso de las contratas de las obras que se levantan. Y Raquel Peña no solo es su representante en palacio, sino en los sectores salud y energía, donde esa dama es la jefa. Mientras se da esa situación, por un lado, por otro lado, todos sabemos que Hipólito no da un paso atrás en su respaldo a la vicepresidencia a su hija Carolina Mejía, actual alcaldesa del Distrito Nacional. Mejía es un octogenario que, entre otros intereses, solo está en política para impulsar a su descendiente biológica.

Sin embargo, la mayor división del PRM se observa entre Luis Abinader y los aspirantes presidenciales Ramón Alburquerque y Guido Gómez Mazara. A estos dos últimos no se les respeta sus derechos constitucionales desde una cúpula partidaria constituida por servidores públicos al servicio de la reelección presidencial. A Guido Gómez, con gran aceptación en la militancia del PRM, las pocas encuestas serias que se conocen, dos pagadas por grupos empresariales y una por la Embajada de Estados Unidos, le atribuyen un significativo repunte interno y externo.

Sin embargo, la señorita Espinal ni siquiera menciona a esos dos precandidatos presidenciales. Ni se entera de la posibilidad de que eventualmente surja David Collado, un auspiciado del Grupo Vicini, con el cual se amaga a modo de presión cuando se procura algún patrimonio del Estado.

Esos estudios de opinión revelan que Gómez Mazara aglutina el descontento que exhiben los militantes perremeístas, que bajo una pandemia lograron el triunfo electoral de su candidato presidencial y hoy aproximadamente el 85%, cerca de tres años después, siguen sin empleo, lo que algunos denominan “ganar un grupo y gobernar con otro”.

Si en el escenario interno nacional la situación de Abinader no es la mejor, en la diáspora es todavía peor. Los perremeístas del exterior solo esperan un evento de votación del PRM para manifestar su rechazo por el presidente de la República. En New York, recientemente, bajo la coordinación de Javier Fuentes, se realizó un evento a favor de Guido Gómez Mazara, donde se dieron cita unos dos mil dirigentes.

Es una cuestión de lógica que el 46% de los perremeístas que sufragaron por Luis Abinader en el 2020 no lo haría nuevamente. Nadie le fía al que no paga. Se alega, además, que el cambio por el cual lucharon y votaron nunca llegó. Se trata del gobierno, en toda la historia republicana, más elitista.

Y no es como piensa la señora Rosario Espinal, que todos los empresarios están con Luis Abinader. Es cierto que Luis Abinader tiene apoyo de sectores poderosos, pero también lo tiene Leonel Fernández. Esos dos políticos se disputan ese segmento social, el cual no es confiable para nadie, pero termina siempre enganchado con el que está arriba.

Es cierto también que Abinader encabeza las encuestas, producto de la separación del PLD y la Fuerza del Pueblo, pero registra un fuerte rechazo en clases media y baja, donde se siente el mayor impacto de la inflación en bienes y servicios. El intelectual Bernardo Verga, que también es investigador de opinión, expresa que la baja de la popularidad de Luis Abinader se observa hasta en las propias encuestas que paga el gobierno.

El suscrito ha quedado sorprendido con los últimos artículos de la experta Rosario Espinal, por la coherencia progubernamental que muestra entre las ideas que sostiene hoy y las que sostuvo en los gobiernos del PLD. Lo único que ha hecho con sus escritos de hoy es quitarle PLD y Leonel Fernández (que gobernó tres períodos) o PLD y Danilo Medina (que gobernó dos períodos) y ponerle ahora PRM y Luis Abinader. La felicito con cariño.

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