En buen sentido

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El 7 para Verón-Punta Cana
Antonio Corcino

Son siente años de gestión distrital, como 7 pecados en forma de males
sociales persisten en este destino turístico dominicano, sin embargo, podrían
ser 7 desafíos a superar para auspiciar la sostenibilidad. La joya de la corona
del turismo caribeño es el Distrito Municipal Verón-Punta Cana, conocido
mundialmente por sus playas de ensueño y su ambiente tropical.

Tomando la significación del 7 y la analogía de los “Siete Pecados Capitales» y
lo místico de este número en la humanidad, en ese sentido aspiro a buscar la
relación del 7 como con siete retos que Verón-Punta Cana tiene que superar,
conocidos y la forma cómo puede enfrentarlos. De igual manera son 7 los
principales tormentos que sufren sus munícipes: Aseo urbano, arrabalización,
tránsito y transporte terrestre vehicular, baja accesibilidad para los
discapacitados, baja seguridad vial, arborización y estética, lo que representan
los primeros males qué hay que atender por que podrían poner en estado de
vulnerabilidad este distrito municipal de la provincia La Altagracia.

En la tradición cristiana, los Siete Pecados Capitales representan los vicios
fundamentales que pueden afectar la moralidad y la conducta humana. Al
aplicar esta idea a Verón-Punta Cana, podemos identificar siete desafíos
cruciales que debemos abordarse para evitar lo irremediable. Como destino
turístico debe buscar ampliar su oferta más allá del sol y la playa, fomentando
el turismo cultural, el ecoturismo y la oferta de actividades auténticas y
enriquecedoras.

De igual modo, sí el compromiso es auspiciar un turismo sostenible, la tarea es
la conservación del entorno natural, protección y preservación de los
ecosistemas costeros, implementar medidas de mitigación ambiental, parar la
contaminación de sus aguas y la promoción de prácticas sostenibles. En esa
dirección involucrar activamente a la comunidad local en el desarrollo turístico,
fomentar la creación de empleos locales a través de las pymes es el camino.

Por otro lado, más que expresiones de deseos, necesariamente hay que
impulsar mayor participación de sus comunidades al desarrollo turístico,
garantizar que se beneficien de manera justa y equitativa de sus riquezas.

Como imperativo, mejorar y ampliar la infraestructura turística de manera
responsable, priorizar el uso eficiente de los recursos y la reducción del
impacto del sargazo. Indudablemente que siempre será bienvenida la
promoción de programas de capacitación y formación para los habitantes
locales, creación de ambientes para aprovechar las oportunidades que ofrece
la actividad turística. Desarrollar estrategias de promoción turística que resalten
los aspectos auténticos y sostenibles de Verón-Punta Cana conduce a su
estabilidad.

En la medida que impera el orden a través de las regulaciones y políticas
adecuadas para controlar el crecimiento turístico desmesurado y definir la
identidad cultural de Verón-Punta Cana afianza esta sostenibilidad. Verón-
Punta Cana se encuentra en una encrucijada para su desarrollo turístico
sostenible. Al reconocer los desafíos como los «Siete Pecados» y el número
siete me revela un estado qué hay que encarar de manera proactiva y
constructiva. Al adoptar un enfoque responsable y centrado en la
sostenibilidad, Verón-Punta Cana puede asegurar que su belleza natural se
preserven para las próximas generaciones. Solo a través de un esfuerzo
conjunto y un compromiso genuino, podemos garantizar el florecimiento de
este destino excepcional en armonía con su entorno.