Los ministros de Finanzas de los países del G7, los más industrializados del mundo, quieren asistir financieramente a Ucrania para garantizar su capacidad de pagos.
El ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, dijo hoy que Alemania va a ayudar a Ucrania con 1.000 millones de euros tras deliberar con sus homólogos del G7 en el hotel Petersberg en Königswinter, a las afueras de Bonn.
Se trata de asegurar la capacidad de actuar de Ucrania, según informan medios alemanes, porque otros muchos medios de comunicación internacionales fueron excluidos de estas declaraciones del ministro alemán.
La Comisión Europea (CE) propuso el jueves entregar 9.000 millones de euros adicionales en asistencia macrofinanciera a Ucrania este año, en forma de préstamos con amplios vencimientos y tipos de interés favorables, para lo que los Estados miembros tendrían que aportar garantías adicionales al presupuesto comunitario.
Lindner dijo hoy que la aportación de Alemania de 1.000 millones de euros es del presupuesto federal de 2022 y que el país no deberá endeudarse adicionalmente para asistir a Ucrania.
EEUU ya ha asegurado asistencia financiera a Ucrania por importe de 7.500 millones de dólares.
El ministerio de Finanzas alemán informó recientemente de que Ucrania ha pedido ayuda financiera durante tres meses, de 5.000 millones de euros cada mes.
De momento, Lindner rehusó confirmar la cifra de 15.000 millones de euros y tampoco ha dicho qué cantidad serán préstamos y si habrá también subvenciones.
La guerra en Ucrania va a centrar las discusiones de los ministros de Finanzas de los países del G7, que se reúnen hoy y mañana en Alemania para coordinar sus políticas.
También van a analizar la situación de la economía global después de la pandemia y la elevada inflación.
Los precios habían subido mucho después de que se comenzaran a abrir las economías tras los confinamientos por la pandemia, pero tras el ataque de Rusia a Ucrania se han disparado mucho más.
Sobre todo los precios de la energía y de los alimentos, algo que ha destacado Lindner. Asimismo, el ministro alemán mostró preocupación por el elevado endeudamiento de los países con economías emergentes, que están muy endeudados en dólares y, precisamente ahora, el dólar se aprecia con fuerza por la incertidumbre que ha creado la guerra.
«La coordinación del G7 es la mejor manera de proteger a las economías emergentes, que están muy endeudadas» y son los países que más pueden sufrir de hambruna como consecuencia de la guerra en Ucrania, según Lindner.
Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y EEUU son el G7, el grupo de países más industrializados del mundo y que acumulan más de la mitad de la riqueza mundial.