El papa Francisco dijo que la homosexualidad es pecado pero «no es delito» y sugirió por primera vez que las personas en uniones del mismo sexo podrían ser bendecidas por sacerdotes católicos, y aunque es una posibilidad remota, la ordenación de mujeres al sacerdocio debería estudiarse.
Esto fue, la respuesta a una carta enviada al Sumo Pontifice, por parte de cinco cardenales conservadores, con una serie de preguntas formales, llamadas «dubia» (en latín, «duda»), que es una solicitud oficial de respuesta de Sí o No por parte de un pontífice en ejercicio con respecto a su gestión de la Iglesia.
La carta se centró en el próximo Sínodo, una reunión de obispos católicos que actúan como consejo asesor del pontífice, del 4 al 29 de octubre y en el impacto que podría tener en las enseñanzas de la Iglesia, así como en preguntas sobre la intención del papa de bendecir el uniones de personas del mismo sexo, y si tiene la intención de abrir la puerta a las mujeres sacerdotes a través de la ordenación, según BBC.