Según el último informe de las autoridades de Defensa Civil este sábado, el número de víctimas mortales vinculadas a los daños por las intensas lluvias en varias ciudades de Rio Grande do Sul, Brasil, ha aumentado a 57.
El recuento más reciente también revela que hay 74 personas heridas y 67 desaparecidas, lo que refleja la gravedad de la situación y la urgente necesidad de esfuerzos de rescate y asistencia.
Las inundaciones y el desplazamiento forzado han provocado el alojamiento de ocho mil 296 personas en refugios y han dejado a más de 24 mil 500 personas sin hogar, según el informe oficial.
La Defensa Civil estima que en aproximadamente 281 municipios el número de personas afectadas ha aumentado a casi 377,500, lo que subraya la magnitud del desastre y la necesidad de una respuesta coordinada y rápida.
El secretario de Comunicación Social de la Presidencia de Brasil, Paulo Pimenta, ha descrito la situación como «la mayor catástrofe meteorológica» que enfrenta el estado, resaltando la gravedad de la crisis y la importancia de la movilización nacional para enfrentarla.
Las autoridades continúan trabajando arduamente en labores de rescate, asistencia y evaluación de daños, mientras la comunidad internacional sigue atenta a la evolución de la situación y ofrece su apoyo en estos momentos difíciles para Rio Grande do Sul y sus residentes.