ARGENTINA. Argentina experimenta su segunda huelga nacional liderada por la Confederación General del Trabajo (CGT) en protesta contra las políticas propuestas por el Gobierno de Javier Milei. A diferencia de la anterior, esta huelga tiene una duración de 24 horas y detendrá las principales actividades económicas bajo el lema «La patria no se vende» frente al «ajuste brutal».
Los sindicatos rechazan la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, que contempla la privatización de empresas, la creación de un régimen especial de inversiones y una reforma laboral denominada «modernización», mientras demandan mejores condiciones para los trabajadores.
La CGT resalta en su comunicado que la caída real del 31% en las partidas presupuestarias de jubilaciones y pensiones, el 87% en obras públicas, el 39% en subsidios al transporte, el 76% en transferencias a las provincias, el 18% en recortes a las universidades y el 13% en programas sociales son indicadores que evidencian que el ajuste recae sobre los sectores más vulnerables y no sobre la élite.
A pesar del anuncio del Gobierno sobre la implementación del protocolo antipiquetes, otros sectores como los trabajadores estatales, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), la Asociación Bancaria, la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA-T) y los empleados de comercio bajo la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys) se unen al paro.
