viernes, noviembre 22, 2024
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Tres cárceles del Este acogen a 220 reclusos luego del incendio en la Penitenciaría La Victoria

PUNTA CANA. De los 1,169 reclusos trasladados a distintos penales del país luego del incendio ocurrido en La Victoria, 220 internos fueron llevados a tres cárceles que operan en la zona Este del país. Entre estos traslados, se destaca el envío de 136 reclusos de La Victoria al Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) Higüey, como parte de las medidas de emergencia implementadas luego del trágico incidente. Asimismo, 62 privados de libertad fueron transferidos al CCR Cucama en La Romana, y 22 reclusos al Centro de Corrección y Rehabilitación de San Pedro de Macorís (CCR). Estos movimientos representan un esfuerzo conjunto de las autoridades penitenciarias para garantizar la seguridad de los reclusos afectados y la estabilidad en el sistema carcelario.

El incendio en La Victoria, que cobró la vida de al menos 13 personas y dejó 11 heridos, ha generado preocupación tanto a nivel nacional como internacional sobre las condiciones en las cárceles dominicanas y la necesidad de medidas efectivas para prevenir tragedias similares en el futuro. Las investigaciones sobre las causas del incendio están en curso, mientras se intensifican los esfuerzos para brindar apoyo a las familias de las víctimas y a los afectados por este lamentable suceso.

Según el director de Prisiones, Roberto Hernández Basilio, hasta el cierre de la presente edición de El Tiempo, un total de 120 familias se habían acercado a la mesa de ayuda física, ubicada en la entrada de la cárcel, en busca de información sobre el paradero de sus seres queridos afectados por el reciente incendio en la Penitenciaría Nacional La Victoria. A pesar de las restricciones impuestas la pasada semana, que limitaban el acceso de los familiares de los reclusos a artículos y enseres personales, solo permitiendo el ingreso de comida cocinada, el martes se flexibilizó esta medida y se permitió la entrada de alimentos y otros objetos al centro de reclusión.

Desde tempranas horas de la mañana, madres, padres, hermanos e incluso amigos de los presos se congregaron frente a la cárcel con sus bultos cargados de comida, ropa, pasta dental, jabón y hasta cartones de huevos. Esto, en un gesto de solidaridad y preocupación por asegurar que los reclusos dispongan de los artículos de primera necesidad durante este difícil momento.

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