LA ROMANA. (Limber Ramírez/Especial para El Tiempo) La contaminación acústica o sonora está afectando en gran manera la salud de las personas por eso la Organización Mundial para la Salud (OMS) contempla que el oído humano puede manejar de manera correcta para dormir desde 30 a 65 decibeles es tolerante, cuando alcanza los 75 decibebles causa molestias y a más de 120 decibeles se torna doloroso.
Domingo Valencia es un hombre de trabajo, que cada día tiene que levantarse temprano a buscar el sustento de su familia. Expresa que vive intranquilo por la contaminación sónica, provocada por vecinos que utilizan sus motocicletas para hacer ruidos y el alto volumen que ponen en las bocinas frente a su casa.
“Mira, yo no sé qué hacer con esa situación. Esas personas ponen eso a todo volumen cualquier día de la semana y a cualquier hora. En ocasiones están con esa bulla hasta las 3:00 de la madrugada y cuando ellos apagan el radio o dejan de correr los motores es que yo y mis hijos nos podemos acostar”, expresó.
Valencia afirmó que en ocasiones ha tenido que amanecer despierto, porque no ha podido conciliar el sueño. Refirió que a veces ha tenido que ir a la escuela, porque los maestros se quejan de que los niños se duermen en horas de clases y no pueden realizar sus tareas.
Santa Alexis Berroa, psicóloga, afirma que la contaminación sónica afecta la salud física y mental en un 99.9 por ciento, debido a que altera el sistema nervioso, el sueño, la forma de desempeñarse en el trabajo, las habilidades adaptativas y también la personalidad.
Berroa sostiene que las autoridades deben de buscar medidas más drásticas contra aquellas personas que violan el derecho a la tranquilidad de los demás. Exhortó a la población, en especial a los jóvenes a escuchar la música de su preferencia, pero siempre respetando el espacio ajeno y a sus vecinos.