July Mateo, conocido artísticamente como Rasputin, dejó su propia marcha en la escena musical dominicana. Nacido el 23 de septiembre de 1955 en Hato Mayor, este talentoso músico, trompetista, arreglista y director de orquesta, se ganó el reconocimiento y el cariño del público gracias a su destacada participación en diversas agrupaciones durante la década de los 80.
Rasputin contribuyó significativamente a orquestas renombradas como Los Hijos del Rey, Wilfrido Vargas y Los Kenton, desempeñándose magistralmente como trompetista y arreglista de diversos temas. Posteriormente, dio vida a su propia orquesta, consolidándose como líder y marcando un capítulo especial en la historia de la música dominicana.
Uno de los himnos más emblemáticos de la época fue «Oye», cuya inolvidable estrofa «Oye, abre tus ojos, y mira hacia arriba, disfruta las cosas buenas que tiene la vida» transmitía un mensaje optimista, resonando en aquellos que enfrentaban momentos difíciles.
Su legado musical también incluye éxitos como «Anja, Uhhumm», «El Carrito» y «La Primavera», todos ellos clásicos que perduran en la memoria colectiva.
Trágicamente, en 2016, Rasputin sufrió un derrame cerebral que lo llevó a permanecer hospitalizado en el Hospiten, enfrentando días críticos, incluyendo un periodo en cuidados intensivos. El incidente fue atribuido a un trastorno cerebral similar que había experimentado dos años antes.
En noviembre del 2018, a la edad de 63 años, el destacado trompetista y merenguero dejó este mundo a causa de un Accidente Cerebro Vascular (ACV) en su residencia. El lunes 5 de noviembre, sus restos fueron sepultados en el cementerio Parque del Prado, ubicado en la carretera Guerra-Bayaguana.
Rasputin, con sus temas populares en los 80s como «Te Olvide», «No seas Boba», «Como Nadie», «Yo También», «Martinha» y «Viejo Año», continúa siendo recordado como uno de los mejores intérpretes de merengue bailable de su época. Su música perdura, llevando a las generaciones actuales a disfrutarla como si fuera la primera vez que resonó en los corazones y las pistas de baile.