SAN PEDRO DE MACORÍS. La fiebre porcina, que se ha detectado en varias provincias del país, mantiene en un estado de preocupación a grandes y pequeños productores de cerdo de la provincia de San Pedro de Macorís.
Aunque el ministro de Agricultura, Limber Cruz, anunció que había aparecido un foco de la enfermedad en esta provincia, hasta el momento las autoridades locales ni los productores confirman lo dicho por el ministro de Agricultura.
El veterinario, Pedro Astacio, quien se desempeñó como encargado del departamento de Veterinaria de la Dirección Provincial de Salud, criticó el manejo que las autoridades locales les están dando a la situación.
Astacio dijo que una falta grave es la poca información que tienen los productores. Señaló que tiene contacto con muchos productores de patio y hasta el momento nadie ha ido a darle ninguna orientación. Indicó que ante la crisis que se ha creado, las autoridades deben de disponer de un veterinario en el matadero municipal para que certifique la calidad de los animales sacrificados y que no se permita, que las personas sigan sacrificando cerdos en luganos no apropiados.
“Hasta el momento no hay nada que temer, se ha establecido un cerco epidemiológico que abarca varios municipios, es decir desde Boca Chica, Gautier, El Puerto, San José de los Llanos y hasta Sabana de la Mar, para impedir que ingrese a esta área”, este es el pronunciamiento de Sergio Cedeño, uno de los productores que cuenta con su granja en el municipio de Ramón Santana.
Cedeño, expresó que en sus instalaciones se han tomado todas las medidas de seguridad, por el personal que allí trabaja, así como por las autoridades de Ganadería del Ministerio de Agricultura, donde se hacen inspecciones periódicas.
“Aquí hay granjas altamente tecnificadas, con maternidad, parrillas para detetes, comederos de acero inoxidables y sistema de limpieza automatizado, aquí estamos produciendo un cerdo de calidad”, expresó Cedeño.
Ovidio Santana, quien tiene una pequeña producción de cerdo en la comunidad Los Platanitos de Ramón Santana, expresó que desde que se anunció la presencia de la enfermedad esto ha golpeado de manera directa su economía.
Dijo que se han visto en la necesidad de sacrificar algunos cerdos y venderlos al precio que quiera pagar el comprador, porque la gente no quiere consumir la carne. Situación similar expone Pedro Mota, mediano productor, quien tiene en el municipio de Quisqueya una granja con más de 50 cerdos, y expresa que hasta la fecha no han ido a supervisarla.
