Nuevo año, nuevo yo
Bueno no tanto, si recibiéramos 1,000 pesos por las veces que hemos dicho que seremos alguien diferente luego de ir a un seminario, salir de una conferencia, leer un libro o recibir una corrección sobre nuestro comportamiento, pues no estaríamos tan en olla en enero, ¿o no?
Dejé de hacer listas de metas para Año Nuevo en diciembre del 2018, no sé por qué, la verdad, creo que me enojaba un poco ver que todos los años prometía aprender francés y nunca lo alcanzaba por X o Y, que ponía como excusa. El final de año está lleno de “hacer un balance” de aquellas cosas que logramos que estaban en una lista. Donde se falla la mayoría de las veces, es en pensar que colocar algo en una hoja de papel, sin mover un dedo, hará alguna diferencia.
La recomendación más efectiva, es pensar en una meta como pequeños pasos muy detallados que nos permitirán alcanzarla por completo, o al menos una gran parte. No me gusta ser tan realista en muchas ocasiones, así que me dejaré llevar por el entusiasmo que hemos depositado en el 2022, y diré que este sí será el año… no lo diré, no vaya a ser que pase un 2020 de nuevo. Vamos con calma, pasito a pasito.
Las metas, son importantes y es lo que nos mueve a no quedarnos estancados o sentirnos poco productivos. Para los jóvenes es importante trazar un camino, imaginarse el panorama más grande, pues somos muy hábiles para cambiar de decisión o de gustos a medida que vamos creciendo. Leí en las redes que somos la versión más joven de nosotros mismos justo ahora, así que aquí van recomendaciones para trazar metas con las tres B: buenas, bonitas y baratas (lo cambiaré por beneficiosas).
1. Algo que sí puedas alcanzar: esto no es para que pienses que no debes volar alto, sino que, colocar metas que están a nuestro alcance, nos brindará un sentido de realidad necesario. No te bajes de tu nube, solo reconoce lo que puedes alcanzar con lo que tienes en el momento, mientras vas caminando a lo que continua, ¿sí?
2. ¿Qué te ayuda a crecer? Mientras van pasando los días reconocer aquellas habilidades, conocimientos y actitudes que nos ayudarán en el camino, hará que las metas más grandes, estén cada vez más cerca.
3. Sal de tu burbujita: da un pasito pa’ lante y no pa’ tras. Atrévete a ponerte como meta algo que te asuste, que rete a esa comodidad en las cosas que sabes. Aventurarte a lo desconocido, asumiendo que todo el crecimiento ocurrirá haciendo “algo” diferente.
Concluyo deseando un maravilloso año nuevo para mis lectores. Bye.