VERÓN. Iniciando nuestro recorrido por la Historia de la Plancha, según evidencias escritas o mediante imágenes, se sabe que ya estando en el siglo IV A.C. dentro del pueblo griego, era muy importante y símbolo de refinamiento a nivel social, lucir ropajes que no mostraran arrugas.
Para tener una idea de este sencillo aparato, cabe decir que la plancha era elaborada en forma de cajas en cuyo interior se colocaba un ladrillo calentado en las brasas, que luego al deslizar la caja sobre la ropa, se eliminaba la arruga, sin estar la prenda en contacto directo con el bloque caliente, pero aprovechando su temperatura y piso.
Como se puede observar hasta el momento, poco a poco se estaba alcanzando la idea central de lo que es en la actualidad una plancha; pues se necesitaban dos elementos básicos, que eran el calor y la presión. Algunas personas humildes, hacían uso de planchas que eran macizas y contaban con un mango; para tomarla del fuego donde eran calentadas; pero si se mentaliza esta idea, se darán cuenta que en este caso el problema era el hollín que se pegaba a la superficie de esta plancha y que luego se transfería a la ropa.
Cabe destacar que aun en la antigüedad era importante la apariencia, o al menos era considerada una necesidad, por lo cual las personas se esmeraban en lograr pliegues perfectos en sus atuendos, pues esto era sinónimo de nobleza; considerándose además que todo el que lucía una prenda de vestir bien planchada, era por contar con servidumbre en su casa.
Esta necesidad de contar con vestidos bien plisados, se acentuaba entre todas las clases social y era ejemplo de una buena posición económica; por lo que la creatividad comenzó a ser explotada, contándose con dos modalidades para este aparato.
En lo relativo a la plancha de gas se puede comentar que esta se puso de moda en el siglo XIX, cuando este recurso fue empleado para el alumbrado público, por lo cual fue un elemento que se buscó aprovechar para planchar la ropa; con lo cual dan origen a la Plancha de Gas.
Lamentablemente la idea no fue muy aceptada, debido a que presentaban escapes con mucha facilidad, con lo cual se ocasionaban explosiones con trágicos desenlaces para la persona que empleaba dicha plancha, por lo que se optó por considerar que en este caso eran preferible tener arrugas que perder la vida por plancharlas, siguiéndole de esta manera con otros intentos por crear una plancha de alta utilidad pero sin riesgos para la vida de la persona que la emplea.
Basada en el principio de que se necesitaba la presencia de calor y una cierta cantidad de peso; la primera plancha eléctrica nace en el año de 1882. Siendo creada por Henry W. Seely, un estadounidense que en aquel año patentó su idea.
La plancha de vapor es sencillamente una artefacto con toda la función propia de una plancha normal para el alisado de los tejidos a base de calor, presión y además a la cual se le añadió la posibilidad de generar vapor, para lo cual contaba con un depósito en el que se le agregaba agua, la que salía por la parte inferior de dicha plancha, humedeciendo de esta manera la ropa, mientras era planchada.
Paralelamente al nacimiento de la plancha, comenzaron a surgir los servicios de lavandería y planchado; siendo ejemplo de esto un establecimiento de Paris durante el año de 1855, dentro del cual uno de sus trabajadores de nombre Monsieur Jolly, descubre de manera accidental, que al caerle trementina sobre la ropa, la mancha que estaba presente en ella desaparecía por completo.
De esta manera, se logra descubrir de forma asociada a la plancha, otra forma de dar una completa limpieza a la ropa, quitándole las manchas, eliminando las arruga y preservando su integridad por más tiempo, gracias a la limpieza en seco; un beneficio empleado en la actualidad dentro de muchas lavanderías.
Fuente externa