HAITÍ. El viernes, Estados Unidos reiteró su solicitud de un despliegue urgente de la fuerza internacional de seguridad liderada por Kenia en Haití, dado el aumento de la violencia en el país. Aunque la situación en el país centroamericano ha sido crítica durante meses, el asesinato de dos ciudadanos estadounidenses en un ataque perpetrado por bandas criminales el viernes ha intensificado los llamados de la Casa Blanca a una acción inmediata contra la delincuencia.
La ONG Misiones en Haití confirmó que el jueves por la noche dos de sus voluntarios, Davy y Natalie Lloyd, fueron sorprendidos y asesinados por los criminales, junto con el director del grupo religioso, Jude Montis, quien era haitiano y yerno del legislador republicano Ben Baker. La Casa Blanca también condenó el ataque y expresó su solidaridad con las familias de las víctimas, quienes están experimentando un dolor indescriptible.
Naciones Unidas se unió a la condena, señalando que este incidente es otro ejemplo de la violencia generalizada en Haití, lo que subraya la gravedad de la situación en el país.
El espiral de violencia, matanzas, secuestros y ataques en el país se agudizó el pasado febrero, momento desde el cual se ven a menudo motines en las cárceles, liberación de prisioneros, toma de establecimientos y disturbios en las calles. Ni siquiera la renuncia del primer ministro Ariel Henry, la conformación de un consejo de transición y la designación de Edgard Leblanc para el cargo lograron restaurar el orden.
