PUNTA CANA, RD. La neurocosmética se basa en aprovechar la conexión entre la piel y el sistema nervioso, utilizando ingredientes activos que influyen en nuestras capacidades sensoriales para proporcionar beneficios terapéuticos. Se cuestiona si estos ingredientes son producto del ingenio humano en el ámbito de la química o si son proporcionados por la naturaleza.
Un estudio reciente, publicado en la revista científica Productos Cosméticos, examina el funcionamiento de estos productos y detalla algunos de sus ingredientes, identificando los que tienen efectos «neurorrelajantes» derivados de extractos vegetales.
Entre ellos se incluyen bayas del árbol casto, extracto de raíz de rodiola y peonía arbórea, esta última utilizada tradicionalmente en la medicina china. Además, se han destacado ingredientes como el mentol, que proporciona una sensación de frescura, y la capsaicina, que genera calor, como ejemplos eficaces de ingredientes neuroactivos.
Aunque el concepto de neurocosmética no es nuevo, está ganando cada vez más atención en la industria de la belleza. Esto puede ser beneficioso en términos de investigación y avances para la salud de la piel, pero también puede plantear riesgos, ya que surgen productos no certificados que prometen resultados milagrosos y podrían ser perjudiciales.
