por: Patricia Pérez
HIGÜEY. El vaperador es un dispositivo que ha surgido como una alternativa al cigarrillo tradicional, con el objetivo tanto de ayudar a dejar de fumar como de ser utilizado de manera recreativa. Las soluciones líquidas utilizadas en estos dispositivos suelen contener propilenglicol, glicerina, nicotina, y saborizantes, aunque varían según la composición de la solución, pudiendo encontrar también opciones libres de estos componentes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a pesar de los esfuerzos de concientización sobre los efectos adversos del tabaco, la reducción del consumo mundial ha sido insignificante en la última década, pasando del 21% en 2010 al 16% en 2020.
EFECTOS EN LA SALUD
El consumo de cigarrillos es la principal causa de enfermedad y muerte prematura en los Estados Unidos, según la Sociedad Americana de Oncología Clínica. Cuando los adolescentes utilizan vapeadores, no solo inhalan vapor aromatizado, sino también nicotina adictiva y numerosas sustancias químicas peligrosas. Investigaciones sugieren que el vapeo puede afectar la función de las células del tracto respiratorio, aumentando el riesgo de contraer enfermedades e infecciones como el virus COVID-19, así como dificultar la recuperación y aumentar las complicaciones.
El consumo de nicotina durante la adolescencia puede dañar de forma permanente áreas del cerebro que controlan la atención, el aprendizaje, el estado de ánimo y la inhibición de impulsos, ya que el cerebro sigue desarrollándose hasta aproximadamente los 25 años. Los vapeadores también afectan los pulmones, ya que los químicos aromatizantes como el diacetilo pueden causar daños permanentes. La inhalación de partículas de vapor ultrafinas puede provocar asma, tos, sibilancias y dificultad para respirar. Además, los metales pesados presentes en el vapor pueden acumularse en la sangre y los órganos, causando daños en la cabeza, ojos, nariz, garganta y piel.
LEGISLACIÓN
En agosto de 2022, los legisladores Omar Fernández y Orlando Jorge Villegas presentaron un proyecto de ley en la Cámara de Diputados de República Dominicana para regular el uso de productos de tabaco sin combustión y dispositivos electrónicos de suministro, tanto con como sin nicotina. El proyecto prioriza la protección de los menores de edad, prohibiendo la venta, distribución, entrega de muestras y promoción de estos productos a personas menores de 18 años. Asimismo, establece que la comercialización, publicidad y promoción de estos dispositivos deben dirigirse exclusivamente a adultos.
Sin embargo, hasta la fecha, este proyecto no ha sido aprobado. SANCIONES El incumplimiento de las disposiciones de protección a menores y las normativas de comercialización y control de calidad establecidas por la ley conllevaría multas equivalentes a diez salarios mínimos del sector público. La publicidad o promoción de cigarrillos electrónicos en lugares prohibidos también acarrearía esta multa, además del decomiso del producto. En caso de reincidencia, la sanción sería el doble de la pena inicialmente impuesta.