PUNTA CANA. Desde que se entra en la adolescencia, aparte de los cambios físicos que se experimentan, también se tienen cambios en la mentalidad; inician las curiosidades sobre temas para los cuales quizás no están preparados, tal es el caso del noviazgo. Muchos adolescentes comienzan a enamorarse o más bien solo a sentir ciertas atracciones que, al no tener experiencias o madurez suficiente, confunden con otros sentimientos, pero, ¿realmente conocemos los riesgos que esto implica?, o ¿sabe usted cómo enfrentar esa situación como padre? Uno de los riesgos que pueden conllevar tener relaciones amorosas es la falta de madurez emocional porque los adolescentes aún están desarrollando sus habilidades emocionales y sociales.
Pueden enfrentar dificultades para manejar conflictos, expresar sus sentimientos de manera saludable y comprender las necesidades y límites del otro. Muchos adolescentes entran en este mundo de relaciones amorosas por la presión social en la que están viviendo hoy en día; la presión de los compañeros y la necesidad de encajar pueden influir en las decisiones y comportamientos en una relación adolescente. Esto puede llevar a elecciones poco saludables o decisiones impulsivas. Así lo confirmó en una entrevista Loly Hernández, psicóloga clínica egresada de la UNEV. Otro de los riesgos que pueden sufrir los adolescentes es la violencia entre parejas, ya que las relaciones abusivas no son exclusivas de los adultos. En algunos casos, los adolescentes pueden verse involucrados en relaciones violentas o coercitivas, lo que puede tener consecuencias a largo plazo en su bienestar emocional y físico.
Existen varios tips que recomiendan los expertos para que los padres puedan lidiar de manera efectiva con este tipo de situaciones. Unos de los principales es hablar abiertamente con sus hijos y crear cierta confianza a tal punto de que expresen sus sentimientos. Otro tip recomendado es proporcionarles educación sexual a sus hijos, es decir, ofrecerles información precisa sobre la salud sexual, la anticoncepción y las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Asegúrese de que sus hijos tengan acceso a la educación sexual tanto en casa como en la escuela.
UNIONES ENTRE ADULTOS Y MENORES
Parte del problema está relacionado con la erotización de esa etapa en la que el ser humano comienza a tener cambios muy visibles. En términos sencillos, cuando los niños entran a la pubertad. Y digo los niños en general, porque se tiende a creer que esta situación en la que un adulto se siente atraído por un menor solo se da entre hombres y jovencitas; no es así, también sucede entre mujeres adultas y jovencitos. Los adultos que entablan una relación «amorosa» con un menor o que sienten atracción por un menor son movidos simplemente por esa nueva apariencia que este está adoptando.
Probablemente ha escuchado «La niña ya tiene cuerpo de señorita» y también «el niño ya es todo un hombre». La atracción del adulto radica en ese «florecimiento» del menor en esta etapa. El adulto no busca una relación por la forma de ser de la otra persona, no; en estos casos en particular, buscan una relación meramente por la apariencia física del menor y por esa atracción sexual a su «inocencia», de acuerdo a la publicación en el portal de la especialista Abigail Rivera.