Se trata de bombas Drel, las cuales tienen como objetivo la destrucción de vehículos blindados, centros de control de centrales eléctricas o sistemas de misiles antiaéreos.
Rusia sigue ampliando su arsenal de armas, cerca de cumplirse el segundo aniversario del comienzo de la guerra contra Ucrania, esta vez con un nuevo tipo de bombas de racimo, según informaciones de la agencia noticiosa Tass, el gobierno ruso planea empezar a producir en serie una nueva bomba planeadora este mismo año.
Estas bombas son una de las armas más nuevas de Rusia y pueden volar de manera autónoma utilizando una trayectoria de vuelo de planeo sobre un objetivo situado a mayor distancia y abrirse sobre él en «el momento adecuado». El objetivo de este nuevo tipo de armas es destruir vehículos blindados, centros de control de centrales eléctricas o sistemas de misiles antiaéreos.
Las municiones de racimo están prohibidas en más de 100 países, según EL Mundo, suelen liberar un gran número de pequeñas bombetas que pueden matar indiscriminadamente en una amplia zona. Las que no explotan pueden suponer un peligro durante décadas.
