SAN PEDRO DE MACORÍS. En la comunidad de Angelina, ubicada en la provincia de San Pedro de Macorís, se llevó a cabo un nuevo decomiso de bebidas alcohólicas de fabricación casera. Este evento se suma a una serie de operativos realizados en esta comunidad empobrecida.
Las autoridades informan con frecuencia sobre la existencia de fábricas de alcohol sin la aprobación sanitaria necesaria para elaborar lo que se denomina «Triculí». En la más reciente intervención, se incautaron varios tanques de esta bebida con una capacidad de cientos de galones, listos para ser distribuidos en los colmados que la comercializan. Durante el operativo, se detuvo a una mujer identificada como Luz María Lavinal, de 69 años, residente de la comunidad mencionada.
Se le acusa de ser la propietaria del laboratorio que fabrica esta bebida ilegal y de distribuirla en distintos establecimientos de la provincia. El apresamiento de la señora Luz María Lavinal se realizó mediante la orden número 02409, con la participación de miembros de la Policía Nacional adscritos a la Dirección Regional Sureste. Cabe recordar que meses atrás, las autoridades policiales realizaron un allanamiento similar en una residencia cercana a la carretera Mella, próxima a esta comunidad.
En ese operativo se confiscaron más de 2 mil galones de producto de fabricación clandestina. En esa ocasión, también se detuvo a una persona de nombre Alejandro Jiménez, quien fue llevado ante la justicia acusado de violar la Ley General de Salud 42-01. Se le imputa la fabricación, envasado, cambio de etiquetas y distribución de distintos tipos de bebidas alcohólicas adulteradas.
La fabricación de bebidas alcohólicas en comunidades y sectores de San Pedro de Macorís ha sido un problema persistente. Las autoridades de esta provincia han tenido que emplearse un fondo durante años para controlarlo, dado que un sector de la población consume este producto por su precio significativamente inferior al de las bebidas debidamente acreditadas. Esto no tiene en cuenta los riesgos para la salud de los consumidores, ya que los procesos de preparación adecuada no se siguen en la producción de estos productos clandestinos.