La organización y planificación de un destino turístico es esencial para garantizar una experiencia positiva tanto para visitantes como para la comunidad local.
¿Qué le aporta a un destino turístico tener un entorno bien planificado? Veamos:
Mejora la experiencia del visitante: Cuando un destino turístico está bien planificado, los visitantes pueden disfrutar de una experiencia más agradable y sin problemas, al tener garantizado disponibilidad de alojamiento y transporte, facilidad de acceso y calidad de los servicios y productos.
Protege el medio ambiente: Ayuda a minimizar el impacto negativo del turismo en el medio ambiente y la cultura local.
Estimula el desarrollo económico: Puede estimular el desarrollo económico de una comunidad, contribuir a la creación de empleos en el sector turístico y a promover la inversión en infraestructuras turísticas.
Atracción de visitantes: La planificación aumenta el número de turistas. Esto puede tener un impacto positivo en la economía local y en el desarrollo turístico a largo plazo.
Identificación de turísticos recursos: Esto implica identificación y promoción de los recursos turísticos que posee la zona: monumentos, sitios históricos, áreas naturales, eventos culturales, etcétera.
Mejora la imagen del destino: Cuando un destino turístico está bien planificado, su imagen mejora y se convierte en un lugar atractivo para visitar.
Mejora la seguridad: Esto se lograr a partir de la implementación de medidas estratégicas de prevención.
Un destino no planificado corre el riesgo de experimentar los efectos contrarios a lo antes descrito.