PUNTA CANA. La crisis climática avanza sin freno por todas las partes del planeta y 2022 ha supuesto un paso más. Una realidad alarmante que se comprobó “desde la cumbres de las montañas a las profundidades de los océanos”, según constata la Organización Meteorológica Mundial en su más reciente evaluación.
Todos los síntomas con los que la Tierra está avisando sobre la alteración del clima mostró datos negativos el año pasado. El calor excesivo, la subida del nivel del mar, la acidificación de los océanos, la temperatura marina, la agudización de las sequías o las tormentas muy violentas. Todos.
La sensación que pudieron tener los ciudadanos de que 2022 fue tórrido ha sido corroborada por los termómetros a lo largo del planeta. La temperatura media global fue 1,15 ºC superior a la de la época preindustrial. Eso indica que el objetivo del Acuerdo de París contra el cambio climático de limitar el calentamiento extra a 1,5ºC en 2100 se aleja cada vez más.
Hace pocos días, los satélites de la Agencia Oceánica y Atmosférica estadounidense (NOAA) anunciaron que la temperatura en los océanos marcaba una plusmarca. Hay que tener en cuenta que el 90% del calor extra que queda atrapado en la Tierra por los gases invernadero es absorbido por el mar. Y en 2022 se ha medido la mayor cantidad retenida en las aguas.
FUENTE METRO