Cada fin de año, los ciudadanos suelen expresar sus deseos de que el lugar donde residen experimente mejores condiciones de vida, haciendo referencia a demandas de obras sociales que consideran necesarias para lograr el objetivo común de que el progreso sea inclusivo y equitativo.
En este contexto, podríamos citar muchos ejemplos. Pero queremos referirnos a una obra con un largo historial de retrasos y excusas oficiales, desde el primer picazo que anunció su inicio, en el año 2019.
Hablamos de la construcción del hospital del segundo nivel de atención en el Distrito Turístico Verón-Punta Cana, una obra de vital importancia para los munícipes, pero que ha sido prolongada más allá del tiempo razonable para este tipo de infraestructura.
La terminación del hospital para Verón-Punta Cana ha sido anunciada en cuatro ocasiones, con fechas distintas cada una de ellas. El anuncio más reciente señala que será entregado a la comunidad durante el primer semestre del 2023.
Sin embargo, esta última información no escapa al escepticismo de la opinión pública, debido a que la primera fecha pautada para la inauguración del hospital fue también el primer semestre del 2020, un año después del inicio de su construcción.
La compañía a cargo de la edificación de este centro de salud afirma que han avanzado hasta un 65 por ciento. Esto indica que a un ritmo de trabajo sin más interrupciones de las que ha sido objeto en varias ocasiones, el próximo año Verón-Punta Cana podría tener el hospital que se merece.
Ojalá que ahora sí sea cierto.