PUNTA CANA. Sabemos que no existe nada más terapéutico que ir de compras cuando hemos tenido un mal día. Sin embargo, para algunas personas este acto liberador puede ocasionarles más de algún problema y transformarse en un trastorno psicólogico.
“El Trastorno de Compras Compulsivas se caracteriza por tener preocupaciones excesivas relacionadas con las compras y por la necesidad irresistible de comprar de forma masiva, acompañado de sentimientos de ansiedad, irritabilidad o malestar. Tras el alivio momentáneo al realizar la conducta adictiva, la persona experimenta sentimientos de culpabilidad”, explica la psicóloga Mery Iriarte.
Síntomas del comprador compulsivo
1. Presencia de impulsos excesivos y recurrentes por comprar, que producen importantes problemas personales y familiares.
2. Impulsividad y repetición de la conducta de compra, pese a las consecuencias negativas que trae esta conducta para la persona.
3. Necesidad urgente e irreprimible de comprar.
4. Intentos fracasados de controlar gastos.
5. La existencia de consecuencias negativas tangibles de comprar excesivamente, como agotamiento marcado, deterioro social o laboral, y problemas financieros o familiares.
La psicóloga de Iriarte dice que una buena forma de hacer frente a este trastorno es buscando “técnicas para ordenarse con los gastos y muchas actividades que pueden reemplazar la rutina de comprar, como por ejemplo hacer alguna actividad física. Pero si el problema supera lo que puedes controlar por ti mismo(a), quizás es conveniente seguir una terapia para control de impulsos”.