PUNTA CANA. Diciembre ya hizo su entrada y llegó con todo su esplendor, como lo hace siempre, inspirando un cambio en el entorno, con el colorido del árbol de navidad lleno de luces que alegran hasta en medio de la tristeza. Diciembre es el mes perfecto para sumergirse en el espíritu navideño, reflexionar sobre el año que está a punto de concluir y disfrutar de momentos especiales con seres queridos.
Es tradición que desde sus primeros días las empresas privadas y las instituciones públicas, realicen encuentros en los que se comparte bebidas alcohólicas, comidas, frutas y dulces característicos de esta época.
LA DECORACIÓN Uno de los primeros artículos que adquieren las familias para esta festividad es el árbol, cuyo encendido constituye la primera excusa para el junte.
La decoración festiva transforma nuestras ciudades y hogares.
CELEBRACIONES Y TRADICIONES
Las celebraciones por la llegada de diciembre se verifican en cada residencial, lugar en los que los residentes se reúnen en un área común para compartir tragos, comidas, bebidas, bailar y pasarla bien en comunidad. En Verón Punta Cana, por ejemplo, con motivo de la llegada de diciembre se verificó en la Plaza de la Hermandad Internacional, en la parte frontal de la Junta Municipal, el encendido del árbol navideño, acto en el que se dieron cita decenas de parroquianos.
Diciembre es bueno porque, a parte del pago del salario número 13, constituye uno de los escasos momentos del año en que la familia y los amigos pueden juntarse para compartir sanamente.
TIEMPO PARA REFLEXIONAR
Con el año llegando a su fin, diciembre es el momento perfecto para reflexionar sobre lo que han sido nuestras actuaciones durante el año, para pasar balance a los logros, desafíos y lecciones aprendidas a lo largo de los últimos meses.
MODERACIÓN
En medio de la alegría que significa las reuniones de amigos y familiares, es necesario recordar actuar con prudencia y mucha moderación, evitando los excesos en cuanto a consumo de bebidas alcohólicas, alimentos y dulces. También es necesario recordar que se debe redoblar la seguridad en las calles pues, mientras se está en goce, otros están pendientes de que se baje la guardia para aprovechar ese momento.