PUNTA CANA. Las madres son a quienes primero se acude cuando existe un problema. Saben muy bien lo que les pasa a sus hijos sin que le diga nada y son un pilar fundamental en nuestra vida, es por ello que merecen un homenaje especial.
Cada último domingo de mayo se celebra en República Dominicana el Día de la Madre. Es un día en el que todos los dominicanos obsequian con un detalle a sus madres para demostrarles el amor que sienten por ellas.
La historia cuenta que en República Dominicana la celebración a las madres se inició después de la desocupación estadounidense, durante el gobierno del General Horacio Vásquez, en 1926. En ese entonces, la primera dama Doña Trina de Moya y Ercilia Pepín, educadora de Santiago, segunda ciudad del país, fueron la primeras en promover la festividad.
En esta fecha se constituyó en Santiago de los Caballeros el primer Comité Pro-Día de las Madres y se estableció como símbolos el clavel rojo para la madre viva y una azucena o nardo para la madre fallecida; todos propusieron vestir de rojo o blanco según el caso.
Aquel día quedó establecido por ley que el Día de las Madres debía celebrarse el último domingo del mes de mayo, como todavía sucede.
El «Himno a las Madres», escrito por Trina de Moya, es el canto que se enseña en las escuelas para conmemorar este día tan especial. Así comienza este hermoso himno: Venid los moradores del campo y la ciudad, entonemos un himno de extenso amor filial, cantemos a las madres su ternura y su afán y su noble atributo de abnegación sin parar».