SANTO DOMINGO. La fotografía de un buen mangú encebollado acompañado de salami y aguacate, un moro de guandul con pescado y ensalada, un chenchén con chivo, unos plátanos fritos con huevo frito y de adorno una “tajá” de aguacate como se diría coloquialmente, son las imágenes que motivan a los turistas a querer probar la gastronomía criolla.
Ya sé que se les hizo agua la boca. El chef y fotógrafo gastronómico Jeorge Eugenio Sansur, al conversar para el periódico El Tiempo, narra que la versatilidad gastronómica de los platos para degustar que tiene el país combinado con diversidad del microclima son de los factores que motivan a que los turistas visiten la República Dominicana y saboreen lo que ofrece la nación.
“Para mí la gastronomía es una de las cosas más importantes que resalta nuestro turismo, y por eso mostrar y captar un comensal a través de la fotografía se convierte en una de las tareas más divertidas y retadoras. Cuando un extranjero te muestra una foto y te dice en inglés: “I want to try this food”; quiero probar esta comida, ahí es cuando el trabajo del ‘foodstyling’ hace su magia”, relata de manea eufórica el chef Sansur.
Puntualiza que cada vez más, los negocios que se dedican a la comercialización de alimentos en el mundo gastronómico implementan un ‘foodstyling’ (estilo culinario) y sobre todo, captar imágenes de mejor calidad y que cuando ese comensal, ya sea un turista o un ciudadano local, lleguen al negocio pueda experimentar que eso que apreció, lo cautivó en la imagen es lo mismo que obtendrán.
“Poco a poco las empresas que se dedican al negocio de la comida están comprendiendo la gran importancia y valía que tiene esto, ya no lo ven como un gasto, sino como una inversión que les ayudará a potencializar más sus negocios” dice. Expone que anteriormente la primera forma de promoción era “el boca a boca” pero ahora eso se ha extrapolado a las redes sociales y a los portales digitales.
A manera de ejemplo, cita que cuando una persona quiere ir o visitar algún espacio de comida entra a las redes y comienza a elegir los posibles platos que comerá y hasta ayuda a describir el ambiente del lugar. Antes de concluir esta amena conversación le preguntamos al fotógrafo, chef y contable que cómo nació su pasión por la cocina. Y nos respondió lo siguiente: “Desde muy joven me he sentido atraído por la gastronomía.
Me gustaba siempre estar en la cocina con mi abuela aprendiendo sobre sus recetas. Viviendo solo empecé a cocinar en casa y cada vez trataba de llevar lo que hacía a un nivel más profesional. Aprendí fotografía gastronómica y en cada foto que hacía trataba de darle un toque de estilismo único. A partir de ahí, empecé a fortalecer los conocimientos en el estilismo gastronómico a través de la formación técnica”.
