FLORIDA.- Una excavadora de gran tamaño ha comenzado la construcción de un ambicioso proyecto que ha estado en desarrollo durante décadas: un embalse con dimensiones equivalentes a las de la isla de Manhattan.
El nuevo embalse, parte fundamental de un esfuerzo de restauración histórica del ecosistema de los Everglades, está diseñado para proporcionar un suministro seguro y sostenible de agua potable a los residentes de Florida. Conocido como el embalse del Área Agrícola de los Everglades (EAA), este gigantesco depósito estará ubicado al sur del lago Okeechobee, el mayor cuerpo de agua dulce de Florida.
Con una extensión de 4.090 hectáreas, el embalse será más grande que Manhattan y Staten Island combinadas y contará con un área adicional de 2.630 hectáreas dedicada al tratamiento de aguas pluviales. Su capacidad de almacenamiento de 295,2 mil millones de litros de agua es suficiente para llenar 118.000 piscinas olímpicas.
Este proyecto es vital para los Everglades, que juegan un papel crucial en el suministro de agua potable para uno de cada tres floridanos. El ecosistema de los Everglades recarga el acuífero subterráneo que abastece al sur del estado, donde residen casi 9 millones de personas.
La principal fuente de agua potable en el sur de Florida proviene del acuífero Biscayne, que se reabastece en los Everglades. Sin embargo, el rápido crecimiento de la población ha ejercido una inmensa presión sobre el suministro de agua, con una proyección de incremento del 23% en la población hasta 2040, lo que elevará la demanda de agua en un 13%.
Florida, el segundo estado de más rápido crecimiento en el país, enfrenta desafíos significativos. En el condado de Miami-Dade, el acuífero Biscayne es la principal fuente de agua potable, pero su vulnerabilidad al aumento del nivel del mar y la intrusión de agua salada amenaza con contaminar este recurso vital.
Para mitigar estos riesgos, el condado está restaurando los sistemas de canales y construyendo estructuras de control de salinidad, como compuertas que separan el agua dulce de la salada. Además, se está llevando a cabo la restauración de los bosques de manglares, que ayudan a frenar el avance de agua salada a través de los canales, preservando así el agua fresca detrás de las compuertas.
A pesar de las frecuentes lluvias en Florida, que a menudo causan inundaciones, los sistemas naturales de filtración de agua han sido gravemente alterados y contaminados por actividades humanas, lo que continúa generando problemas de escasez de agua, según Chabba.