VERÓN. Un estudio elaborado por el Departamento de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona ha roto con los falsos mitos que se le atribuían y ha demostrado que el helado es un alimento muy sano y nutritivo, que proporciona elementos muy importantes para la dieta de los niños y de los adultos.
El origen del helado se remonta a la antigüedad, cuando chinos y árabes mezclaban la nieve de las montañas con miel y zumos de frutas, consiguiendo, de este modo, una bebida muy refrescante. No es hasta el siglo XVII cuando se empezaron a utilizar otros ingredientes, como leche, huevos, azúcar y aromas, dando lugar al helado que nosotros conocemos hoy en día.
Según este estudio, 100 gramos de helado aportarían entre un 7 y un 17 por ciento de la cantidad diaria recomendada de este mineral. Esto lo convierte en un alimento especialmente adecuado para los niños, las embarazadas y las mamás que están dando el pecho, ya que necesitan cantidades más elevadas de calcio en su dieta.
Las proteínas presentes en los helados poseen un alto valor biológico y nutricional, puesto que contienen todos los aminoácidos esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. El aporte de proteínas de los helados de base láctea es equiparable al de la leche. Su consumo cubriría entre un 5 y un 10 por ciento de las necesidades proteicas diarias.
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