Punta Cana: La salud mental siempre ha sido un tema de discusión en la República Dominicana. Aunque anteriormente los casos que requerían intervención médica quizás no eran tan frecuentes ni tan públicos, esto ha cambiado en los últimos cinco años debido a las consecuencias pospandémicas, según advierten los expertos. Pero, ¿qué sucede cuando las tragedias involucran la fe y la religión? Estos aspectos los abordaremos guiados por declaraciones exclusivas para El Tiempo del pastor y psicólogo Eddy Álvarez Pimentel, pastor de la Casa de Rebosamiento y psicólogo clínico.
El encierro, el miedo a la muerte y la pérdida de seres queridos han provocado que muchas personas enfrenten problemas de salud mental que antes estaban ocultos o no eran tan graves. Las iglesias, compuestas por personas como todos nosotros, también han sentido este impacto. La Biblia enseña que somos seres integrales, compuestos de espíritu, alma y cuerpo. El espíritu es donde opera la fe, el alma contiene la mente, los sentimientos y las emociones, y el cuerpo es la parte física. Por esto, las iglesias deben ver a cada creyente de manera integral, cuidando todos estos aspectos.
En la cultura dominicana, a menudo machista y patriarcal, problemas como la violencia de género y la violencia intrafamiliar son comunes, lo que también afecta la salud mental. Aunque en el país hay algunos avances en este tema, todavía no existen suficientes políticas públicas que aborden la salud mental de manera adecuada.
Es importante que las iglesias no espiritualicen todos los problemas de sus miembros. No todos los problemas pueden resolverse solo con oración; algunas situaciones requieren un enfoque más práctico, como la terapia. Por ejemplo, si alguien tiene problemas en su matrimonio debido a experiencias traumáticas de su infancia, no se trata de un problema espiritual, sino de algo que puede necesitar la ayuda de un profesional de la salud mental.
A pesar de que hablar de salud mental sigue siendo un tabú, especialmente entre las personas de menos recursos, es necesario que las iglesias comiencen a abordar más este tema. Aunque hay avances en la eliminación del estigma, todavía queda mucho trabajo por hacer para educar a la comunidad sobre la importancia de la salud mental. Las iglesias dominicanas enfrentan grandes desafíos en este sentido. Con el aumento de los problemas de salud mental debido a la falta de oportunidad y otras dificultades, es posible A pesar de que hablar de salud mental sigue siendo un tabú, especialmente entre las personas de menos recursos, es necesario que las iglesias comiencen a abordar más este tema.
Aunque hay avances en la eliminación del estigma, todavía queda mucho trabajo por hacer para educar a la comunidad sobre la importancia de la salud mental. Las iglesias dominicanas enfrentan grandes desafíos en este sentido. Con el aumento de los problemas de salud mental debido a la falta de oportunique las iglesias necesiten establecer centros de salud mental para ayudar a sus miembros. Mientras tanto, pueden colaborar con el sistema de salud pública para identificar a quienes necesitan ayuda y asegurarse de que reciban el apoyo necesario. Las iglesias tienen un papel fundamental en el cuidado integral de sus miembros, no solo en lo espiritual, sino también en lo emocional y mental.
